Empuñé la lapicera
sostenido por el aire acalorado
y la lluvia ausente.
Rebelé mi voluntad
ante la sequedad
armónica de la arena,
y lleno de ingenuidad
quise describir
la exactitud,
la discreción,
y la constancia del veneno:
quise describir
la naturaleza
regular
del goteo.
sostenido por el aire acalorado
y la lluvia ausente.
Rebelé mi voluntad
ante la sequedad
armónica de la arena,
y lleno de ingenuidad
quise describir
la exactitud,
la discreción,
y la constancia del veneno:
quise describir
la naturaleza
regular
del goteo.
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El goteo en sí
es un enigma.
El goteo en sí
es una pregunta
el goteo en sí
y su respuesta.
Entre gota,
y gota,
y gota
encierra la mortalidad
del silencio y del sonido.
No he conocido quien
encuentre llamativo
al goteo,
y no me entristece:
todos somos
ingenuos.
es un enigma.
El goteo en sí
es una pregunta
el goteo en sí
y su respuesta.
Entre gota,
y gota,
y gota
encierra la mortalidad
del silencio y del sonido.
No he conocido quien
encuentre llamativo
al goteo,
y no me entristece:
todos somos
ingenuos.
| Joseph Beuys |
