Lejanos quedan ya los sonidos del Sur.
Ecos de esos momentos en los que la vida parece más vida y el entusiasmo de unos y otros se une para formar un gran todo.
Cuando el alma plena de duende y el cuerpo desbocado de energía, se entrelazan entre sí para crear arte.
Ahora, bajo la luna, los pies desnudos y "bien bailaos", se retiran de puntillas a descansar.
Y luciendo un rojo pasión a juego entre vestido y corazón, tarareo bajito las melodías que iluminaron este día de fiesta.
© Luisa Pastor (Texto)