El otro día en un taller dije que todos podemos contar historias. Bien o mal, lo hacemos todo el tiempo. Hubo algún gesto de incredulidad. Basta con que nos den pie para arrancarnos, continué. Desde la mentira que les contábamos a nuestros padres cuando llegábamos tarde a casa hasta nuestra biografía o las anécdotas junto... Seguir leyendo →