Traducción de Miguel Ángel PetreccaDifícil llamar río a este brazo ancho como el Leteodonde los que llegaron juntos tal vez vuelvan separadosHeráclito suspiraba, Confucio suspirabapero cerrados a todo argumentolos ríos murmuran sus propios consejosporque los ríos son las lenguas de la tierraEl sol ilumina a unos chicos que van y vienen por la cabinaLa ciudad aparece borrosa a lo lejoscomo un