Recojo las velas y me detengo en el mercado pueblerino de Huai.Apenas llego a esta solitaria casa de postaOigo el fragor de las olas agitadas al viento.El crepúsculo va manchando la luz del día.Apenas oscurece, regresa un campesino de extramuros.Bandadas de gansos salvajes blanquean las juncosas islas.En la soledad nocturna, yo, un insomne extranjero,Pienso en