Viento rabioso y obstinada llovizna.Gélida primavera,frente a la copa,recuerdo nuestros días felicesy también la triste despedida:Flores de pera en la manoy lágrimas en los ojos,al final de la praderate dije adiós,mirándote desaparecerentre verdes montes. Anoche, en mi sueño,nos vimos de nuevo,pero separados por nubes negras,sin poder decirnos ni una palabra.¡Qué pena! ¡Qué rabia!Ahora, despierta