Siempre le había tentado al novelista el Conflicto de aquellas dos almas juntas, inseparables y, sin embargo, distintas. Aquella paradoja de la vida con complicadas seducciones le sugería una novela desesperada en que el conflicto terceril sería cuádruple. Ante la invocación de las hermanas con algo de criollas, comenzó su relato: I Al nacer lloró su madre porque el que las dos estuviesen unidas