INCOMPLETO A SALTOS Registrando un cuaderno pomposamente intitulado Álbum de viaje, y que yacía sobre ese polvo simpático que el tiempo aglomera en una caja de papeles largo tiempo olvidados, me encontré lo que verán mis amables lectoras: Veníamos en la diligencia de Veracruz, un joven alemán, Wilhelm S., de cabellos de oro gris, ojos azules, grandes y sin expresión, y yo. No bien