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Entre lo divino y lo humano - Lev Tolstói


"(...) 

De la Gente puedes esperar recompensa; de Dios, en cambio, ninguna."






Tolstoi, León. Entre lo divino y lo humano.
Jaén: Alcalá Grupo Editorial, 2014


Божеское и человеческое.Traducció de Dmitry Záitsev.
Col.lecció Narrativa, 2



::: Què en diu l’editorial...
Entre lo divino y lo humano es una brillante obra de Tolstoi inédita en castellano, una historia tejida de amor, obstruida por el orgullo y el clasismo imperante, de ambiciones obligadas y prosperidad, de tormentos autoinfligidos, de miedos, de la creencia en la fe en Dios quien lo ve todo y castiga a quienes no obran según sus Escrituras y, de este modo, viven atemorizados y con el propósito de saldar sus pecados.
Pero sobre todo de la lucha interior que todo ser humano libra como respuesta al progreso y a la educación, de inteligencia y esperanza. Es ya conocido que aquello que hacemos nuestro de niño no lo soltamos fácilmente en la vejez. Por eso es tan importante la educación en la infancia.

::: Com comença...
La aldea de Mandriki pertenecía, en los últimos años del siglo XVIII, a un teniente de la reserva llamado Motylin. En ella vivía con su esposa, tranquilo y apartado, sin ostentación alguna y sin preocuparse mucho del dinero.

::: Moments...
(Pàg. 28)
- (...) Te quejas de no tener patria ni amigos, pero oye: si tienes dinero, tendrás también patria y amistades. Cuando se vive con holgura no le falta nunca al hombre ni hermanos ni amigos de corazón.

(Pàg. 29)
- (...) Si quieres ser santo no pienses entonces en boda ni en levita azul; piensa en el cielo, vete a un convento y haz con los mojes su duro trabajo. Más si quieres vivir dichoso sobre la tierra, no tienes que temer al pecado. ¡Ahora bien; pecados como éste, que la gente no averigüe, para que no te manden a Siberia!

(Pàg. 30)
- (...)¡Ah, tonto! Si todas las personas temieran que Dios les castigase, no pensarían más que en el castigo, serían monjes y no sentirían la codicia enorme del dinero que hoy les agobia. Dime, tonto: esos ricos que ves, ¿crees tú que han ganado su dinero honradamente, sin pecar? Ellos lo dirán, pero les creen sólo los imbéciles. Los que ven claro saben que si uno se ha hecho rico ha sido a costa de cosas peores; de modo que algunos han tenido que dejar sus vidas por ellos. Si quieres ser dichoso, sigues estos consejos: no tiembles ante el pecado y haz todo aquello que te pueda ser útil.

(Pàg. 31)
Es sabido que la voz de la conciencia no manda en el hombre antes del crimen; de otro modo, no sucederían tantos.

(Pàg. 43)
- (...) ¿Dios? ¿De dónde sacas tu que hay un Dios en el mundo? ¿Lo has visto, quizás? Enséñamelo, déjame ver tu Dios –dijo el enano, echándose a reír.
- Personas inteligentes hablan de él. ¿Cómo voy a contradecirles? –Interrogó Trochim-. Yo soy un hombre sin conocimientos. Los sacerdotes son gente docta y sabía; ellos saben todo esto y no slo enseñan a nosotros, pobres ignorantes.
-  Esas son tonterías, pura charla mujeril. Nadie vio a Dios ni habló con él. Y nadie lo ha visto ni le habló porque ni existe ni existió. Todos saben que ni hay Dios ni demonio (...).

(Pàg. 45)
- (...) para vivir bien es preciso dinero, vestidos, caballos y otras mil cosas. Otras personas tienen todo esto, yo, en cambio, no. Sin razón me lo niegas; no puedo comprarlo, carezco de lo necesario, y sin embargo, quiero vivir. Así, pues, fui allá y maté a los mercaderes. ¿Por qué me has creado de modo que yo tenga que hacer cosas que no te agradan? Cuando me formaste sabías que había de ser malo. ¡Mejor hubiera sido no haberme creado! ¿No tengo razón?

(Pàg. 48)
- (...) Tú eras un mendigo, y yo, de un golpe, te saqué de la miseria. Si vives como yo te aconsejo serás hombre rico y la gente conocerá tu nombre y te respetará. Piensa sólo en si la cosa te reporta utilidad, y nunca si es o no pecado. Eso no existe más que en la imaginación femenina. No hay pecados en la tierra; lo que hay es ñoñería, y esto sí que es un verdadero pecado. E que es tonto es también pecador. Adquirir dinero no es tontería; no es, pues, tampoco pecado. Lo que debes procurar es que la gente ignore siempre cómo lo adquieres y que nunca se puedan permitir aventurar un juicio sobre ti.

(Pàg. 49)
- (...) Es preciso mentir: pues miente; pero cuida que la gente no lo sepa. Es preciso un robo: pues roba. Hace falta matar: pues mata; pero haciendo que todo quede encubierto e ignorado, como ahora, y no temas al pecado. No pienses que Dios te va a juzgar en el otro mundo; cuida que no lo haga la gente en el presente.  A esto se llama ser astuto.

(Pàg. 70)
(...) Estas acusaciones de la consciencia, ¿no indican que al pecador le queda algo por hacer aún? ¿Qué cosa sería lo que le faltaba? El arzobispo le había absuelto y, por lo tanto, Dios mismo; a pesar de lo cual, sentía un terrible dolor en su corazón.

(Pàg. 74)
- "(...) Hay gentes que se llaman cristianos y que, en verdad, son paganos, porque adoran toda clase de ídolos. Tú eres también de esos. Tus ídolos son: vestidos, sombreros, cintas, guantes. Esos son tus ídolos”.

(Pàg. 77)
- (...) Ya puedes tú repartir cuantas limosnas quieras, construir cuantas iglesias desees: todo eso es vanidad, de nada te ha de servir. De la gente puedes esperar recompensa; de Dios, en cambio, ninguna.

(Pàg. 89)
- (...) Alejandro, tú eres un hombre sutil y sabio. ¿Crees en Dios?
- Naturalmente que no –respondió Alejandro-. ¿Qué persona medio educada puede creer hoy día en Dios?.
- ¿Por qué creen, sin embargo, tantas personas en él? Todas ellas no pueden ser necias. Entre ellas hay gente lista. ¿Por qué creen, pues?
- Porque no han llegado tan lejos como el pensamiento. Aquellos que llegaron pierden la fe.

(Pàg. 102)
Y precisamente desde aquel día 12 en que ganó la certeza de no tener que temer a nadie ni a nada, que no había Dios, y que ya nada le impediría hacer su gusto, precisamente desde aquel día, cada placer se le convirtió en martirio.


::: Què en penso...
Aquest relat podria ser un exemple més de l'orfebreria literària de Tolstói i de la perícia que  caracteritzava el rus a l'hora d'escriure històries sobre les passions humanes (sobre l'amor, l'aversió, el crim, el delit i, finalment -com no pot ser de cap altra manera-, sobre el càstig...). 

En aquesta ocasió es tracta d'una història edificada sobre un sustrat de llegendes populars i sobre valors i creences religioses en una societat eminenment rural. Una mena de lluita dialèctica entre Déu i l'Home. Tot plegat fructifica en una narració on, a banda de l'element fantàstic, la psicologia (el patiment, el lucre, la deseperança) hi té molt de protagonisme.

La lectura, trepidant en certs passatges, recorda molt el mite de Faust. També presenta similituds amb  algunes de les novel·les irreverents de Mark Twain -encara que l'americà escrigui des de l'agnosticisme i la sàtira i el rus des de la moralitat-. 

En definitiva, un conte de lectura engrescadora farcit de crítica social i religiosa.

Ara bé, a l'intentar contextualitzar el relat per poder-ne fer una ressenya trobo indicis que poden portar a pensar

 que aquesta no és una obra de Tolstói... 

A partir d'aquí, hi ha algun entès en l'obra de Lev Tolstói a la sala? Algú que pugui confirmar o desmentir que aquest llibre no és el que l'editorial ens presenta ni atribueix? 

::: Altres n'han dit...

En el rincón aquel, El País Cultural.

::: Enllaços:
Lev Tolstoi, les claus de l'obra.



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