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El librero - Roald Dahl


 

"- (...) En ese mundo no se trata de quién eres, mi niña. Ni siquiera se trata de a quién conoces. Lo que cuenta es lo que tienes."




Dahl, Roald. El librero.
Madrid: Nórdica Libros, 2016

The Book Seller. Traducció de Xesús Fraga.
Il·lustracions de Federico Delicado. 

::: Què en diu la contraportada...
Publicado por primera vez en 1987, «El librero» es uno de los grandes relatos de Roald Dahl. El final es, como siempre en sus libros, inesperado y sorprendente.

::: Com comença...
Hace tiempo, si uno se dirigía a Charing Cross Road desde Trafalgar Square, en cuestión de minutos se encontraba con una librería situada a mano derecha y sobre cuyo escaparate un cartel anunciaba: “WILLIAM BUGGAGE. LIBROS RAROS”

::: Moments...

(Pàg. 11)


















(Pàg. 19)
-  (...) Lo que quiero decir –prosiguió- es que cuando más grande el título, más imbécil el tipo. De hecho, puedes dar por sentado que cualquiera que tenga un título será un imbécil.

-  Bueno, Billy, eso no es del todo cierto –dijo la señorita Tottle-. A algunas personas les otorgan títulos porque han hecho cosas realmente geniales, como inventar la penicilina o escalar el Everest.
-  Me refiero a los títulos heredados –dijo el señor Buggage-. Cualquiera que nazca con un título tiene todas las papeletas para ser un imbécil.
-  Ahí te doy la razón (...).

(Pàg. 36)
El señor Buggage no era uno de los suyos. No pertenecía al club y nunca pertenecería. Era un arribista y eso, tuviese los millones que tuviese, lo convertía en alguien inaceptable. Además, era descaradamente vulgar, lo que también resultaba inaceptable. Los muy ricos podían ser tan vulgares como él, o incluso más, pero lo eran de una forma diferente.

(Pàg. 29)





(Pàg. 33)

(Pàg. 38)
- (...) En cualquier lugar del mundo, todo buen hotel tiene un Who’s Who inglés. Al director le gusta saber quién es importante para ir detrás lamiéndole el trasero.
-  A ti no te encontrarán entre sus páginas –le dijo la señorita Tottle, un poco enfurruñada.
- No –respondió el señor Buggage-. Ahí te doy la razón. Pero tampoco encontrán a demasiados con más dinero. En ese mundo no se trata de quién eres, mi niña. Ni siquiera se trata de a quién conoces. Lo que cuenta es lo que tienes.

(Pàg. 45)
- (...) La langosta es afrodisíaca –proclamó el señor Buggage, dándole otro bocado.
Querrás decir las ostras, querido.
No me refería alas ostras. Las ostras también son afrodisíacas, pero las langostas lo son con mayor intensidad. Una fuente de langostas puede hacer que algunas personas se vuelvan locas.
¿Tú, por ejemplo? –preguntó ella, removiendo el trasero en la silla.
Tal vez –dijo el señor Buggage-. Habrá que esperar a ver qué es lo que sucede, ¿no crees, cariño mío?
Sí.
Menos mal que son tan caras –dijo el señor Buggage-. Si cualquiera fulano, mengano o zutano puediese permitírselas, el mundo estaría lleno de maníacos sexuales.
No dejes nada en el plato –le dijo ella.

(Pàg. 49)










(Pàg. 55)
Ninguna se atrevia a cuestionar la factura porque nunca podía tener la total certeza d eque su difunto marido hubiera sido tan puro como ella había creído y desado como esposa. Los hombres nunca lo son. En muchos casos, claro, la viuda sabía muy bien que su querido marido había sido un viejo verde (...).

::: Què en penso...
Si en una cosa va excel·lir Roald Dahl –a banda de la seva obra orientada al públic infantil i juvenil– va ser en el retrat punyent sobre el comportament humà que sovint va oferir en els seus relats curts de misteri per adults.

Relats que, d’altra banda, es caracteritzaven també per la seva atmosfera narrativa –a cavall entre l’horror, l’esglai i el misteri policíac– i una creativitat sorprenent tant en els seus plantejaments argumentals com en les seves respectives resolucions.

I vet aquí que The Bookseller, més en l’àmbit del misteri, és un dels millors exponents de la contística de Roald Dahl. El conte, breu però precís i –sobretot– mordaç, descriu la picaresca d’una parella de personatges –el llibreter i la seva ajudant- que fan del desfalc el seu modus vivendi.

Tant per la mateixa definició dels personatges -Dahl els caracteritza ja a les primeres ratlles com a desplaents, lletjos i deixats (una mena de guinyols de l’avarícia i de l’ambició més deshonesta)– com també pel desenvolupament de la trama, ja s’intueix de seguida el final però quan aquest arriba, la resolució no deixa de ser sorprenent.

Existeix una mica de controvèrsia sobre l’autoria de Dahl. I és que sembla que s'aproxima molt a l’argument de Clerical Error, episodi  de la sèrie Tales of The Unexpected (on també hi col·laborava Roald Dahl), que es va emetre el 1983, quatre anys abans de la publicació del relat de Dahl a Playboy.

En tot cas, Clerical Error es va basar en un relat del mateix títol escrit el 1935 per James G Cozzens. Si bé la sang no va arribar mai al riu, el dubte no s’ha aclarit mai.

Destaca l’edició de Nórdica que, de nou, ens porta una petita meravella il·lustrada. En aquesta ocasió amb unes originals làmines a color de Federico Delicado, d’estil volgudament poc preciosista, que ajuden a complementar d’allò més bé el relat i ajuda a caracteritzar els personatges.

::: Altres n'han dit...
Quadern Vermell (R. Fàbrega), Bibarnabloc, Las inquilinas de Netherfield, Árbol de tinta libros, Literatura + 1 (E.Rodríguez), Letras en tinta, Al principio fué el verbo (Tabuyo)

::: Enllaços:
Roald Dahl, Federico Delicado, sobre l'edició, sobre el rerefons.

::: Escolta'l:
Anglès (2016, BBC Radio)


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