Esta historia comienza con las primeras máquinas de plegarias, cuando varios sacerdotes buscaron hacerse los señores del karma y los Primeros Hombres desearon convertirse en dioses. Esta es la historia del camino del Sendero Óctuple, de las enseñanzas del Buda y un mundo constreñido al estancamiento.
También es la historia de Yama, el señor de la muerte, de Kali, la señora de la destrucción, de innumerables dioses que poblaron el cielo y de aquellos que sólo querían un retrete que descargara. Es la última gran lucha entre el cielo y la tierra, donde se reunieron los poderes del antiguo y nuevo mundo para zanjar sus disputas.
Pero, sobre todo, esta es la historia de Sam. Aquel que ha sido conocido como Mahasamatman, Kalkín, Manjusri, Siddhartha, Tathagatha, Atador, Maitreya, el Iluminado, Buda.
De todas las novelas que he leído de Roger Zelazny en estos años, El señor de la luz es, junto a Ámbar, una de mis favoritas y decidí comenzar 2024 dándole una relectura. Esta es una historia en la que Zelazny explora la tercera ley de Arthur C. Clarke, que dice que cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. Y como confesó Zelazny en una de sus entrevistas, su objetivo siempre fue escribir algo que pudiera ser interpretado tanto como ciencia ficción o como fantasía.
Por un lado tenemos a una tripulación que naufragó en este extraño planeta y que se han ido perpetuando gracias a tanques de clonación y transferencias de mente. Conquistando un mundo sacado de la fantasía y poblándolo con hombres y mujeres que son, en algún grado, sus descendientes. Obviamente, estos primeros hombres comienzan a creerse dioses, literalmente lo son y es humano querer perpetuar este poder provocando un estanco tecnológico.
Y es ahí, en este punto, cuando los primeros hombres han adoptado la religión hinduista para consagrarse como dioses, que interviene Sam. También es uno de los primeros, pero que sólo quiere un acceso más justo para todos a un nuevo cuerpo. Aunque uno nunca puede confiar en eso, Sam ha sido muchas cosas, pero ahora ha decidido ser Buda y enseñar su camino.
Así que si quieres leer algo interesante de la primera época de la fantasía, eres seguidor de la obra de Zelazny y todavía no has leído esta novela o, sencillamente, te ha dado curiosidad. El señor de la luz siempre será una de mis mejores recomendaciones.
Descargar: El señor de la luz, Roger Zelazny
Leer más de mis reseñas
