Definición: estado de inseguridad; incapacidad de comprometerse con un curso de acción.
Señales físicas:
- Morderse el labio o el interior de la mejilla.
- Fruncir el ceño.
- Mirar a los demás para ver qué piensan.
- Bajar la mirada.
- Pedir consejo u opinión a los demás.
- Manos inquietas (que se retuercen, se frotan contra la parte delantera del pantalón).
- Expresión abatida.
- Frente arrugada.
- Entrecerrar los ojos, retraerse.
- Pellizcar o tirar del labio inferior.
- Mover la cabeza de un lado a otro, sopesar las opciones.
- Frotar la mandíbula o la nuca.
- Apartarse el pelo de la cara.
- Resoplar impacientemente.
- Arrastrar los pies.
- Dudar en medio de la acción (al coger algo o sacar la cartera).
- Empezar una frase con la palabra, bueno…
- Retroceder ligeramente.
- Una mueca acompañada de un ligero movimiento de la cabeza.
- Hacer preguntas para obtener más información.
- Hacer un ruido de Hmmm o carraspear.
- Tragar.
- Crujirse los nudillos, u otros gestos para ganar tiempo.
- Garabatear en el papel.
- Balancearse o mecerse sobre los pies.
- Frotarse los labios o la barbilla.
- Suspirar.
- Girar el cuello.
- Golpear el lápiz contra el bloc de notas o la mesa.
- Tomar notas como forma de retrasar la respuesta.
- Hombros redondeados, postura decaída.
- Mirar fijamente a la nada durante mucho tiempo.
- Mencionar en voz alta las opciones.
- Pedir que le tranquilicen.
Sensaciones internas:
- Respiración entrecortada.
- Tensión en el estómago.
- Aumento de la sed.
Respuestas mentales:
- Sentirse atrapado.
- Indecisión.
- Inquietud ante las opciones o decisiones propias.
- La mente se precipita a analizar las posibilidades.
- Evitar a la persona o al problema.
- Necesidad desesperada de encontrar respuestas.
- Sentirse nervioso por una situación que no es ideal.
- Tomar decisiones y luego cuestionarse a sí mismo.
- Cerrarse, negarse a tomar una decisión.
Señales de incertidumbre aguda o prolongada:
- Dudar de sí mismo.
- Incertidumbre que se extiende a otras decisiones y situaciones.
- Enfado y frustración.
- Descartar la situación sin tomar una decisión.
- Incapacidad para tomar una decisión por sí mismo.
- Investigar (buscar en la web, hablar con profesionales) para encontrar respuestas.
- Salir a pasear o abandonar la situación con la esperanza de despejarse.
- Aplazar o reprogramar repetidamente los acontecimientos.
- Una mayor sensación de desesperación a medida que pasa el tiempo y la situación no se resuelve.
Puede escalar a: confusión, negación, frustración, malestar.
Señales de incertidumbre reprimida:
- Una respuesta retardada.
- Una respuesta sin compromiso: Tal vez o Ya veremos.
- Cambiar de tema para evitar herir los sentimientos o una discusión.
- Evitar un apoyo abierto.
- Asentir de forma vacilante.
- Ganar tiempo (servirse un vaso de agua y tomarlo).
- Negarse a responder, dejar que el silencio hable.
- Abrir la boca para discutir, y luego cerrarla.
- Ofrecer algo sin compromiso: Por ahora guardemos eso en el bolsillo, ¿okey?
- Sugerir una votación por mayoría.
- Ofrecer un acuerdo débil o un apoyo poco entusiasta.
- Pedir más tiempo para reflexionar con el fin de retrasar la toma de decisión.
- Agresividad pasiva.
Fuente: The Emotion Thesauru: A Writer’s Guide to Character Expression – Becca Puglisi & Angela Ackerman
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Traducido por: José Alejandro Cantallops Vázquez
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