Definición: tener una disposición hacia la duda o incredulidad.
Señales físicas:
- Fruncir los labios al pensar.
- Inclinar la cabeza y hacer una pausa.
- Sacudir la cabeza.
- Apretar los labios hasta formar una línea fina.
- Alzar las cejas.
- Aclararse la garganta.
- Juguetear con las joyas u otros objetos.
- Encogerse de hombros.
- Asentir con la cabeza, pero con una expresión tensa para mostrar que no se está comprometido.
- Una postura de confrontación.
- Sonreír o poner los ojos en blanco.
- Agitar la mano para desechar a la persona o su idea.
- Exigir pruebas o evidencias.
- Enumerar las posibles consecuencias.
- Oponerse de manera educada.
- Una sonrisa condescendiente.
- Murmurar negativamente: No lo creo o No hay manera de que funcione.
- Inquietud (pasearse, golpear con los dedos, mirar el reloj).
- Tensión en el rostro.
- Postura corporal rígida.
- Frotarse la nuca sin establecer contacto visual.
- Ojos entrecerrados.
- Morderse el labio.
- Cotillear con los demás, menospreciar a una persona por sus elecciones o ideas.
- Comentarios mordaces.
- Lamerse los labios.
- Decir ejem o reírse.
- Hacer referencia a eventos similares del pasado que no salieron bien.
- Sacar a relucir todo lo que podría salir mal.
- Un escalofrío o sacudida intencional.
- Comerse las uñas.
- Un fuerte suspiro.
- Alejarse de la persona.
- Golpear con un dedo la mesa en un esfuerzo de hacer entender algo.
- Preguntar “¿estás seguro?” o “¿qué pasaría si?”
- Una barbilla sobresaliente.
- Una mirada silenciosa.
- Arrugar la nariz como si hubiera un mal olor.
- Una exhalación rápida por la nariz, un resoplido.
Sensaciones internas:
- Opresión en el pecho.
- Aumento de los latidos y del pulso.
- Músculos tensos.
- Una ráfaga de adrenalina que dispara el cerebro para actuar.
Respuestas mentales:
- Pensamientos negativos.
- Incertidumbre.
- Detectar defectos, ya sean lógicos o de naturaleza física.
- Deseo de cambiar la opinión o el punto de vista del interlocutor.
- Deseo de estar rodeado de personas con las mismas opiniones.
Indicios de escepticismo agudo o prolongado:
- Ira.
- Frustración.
- Escepticismo pasivo que se hace más evidente.
- Buscar formas de desacreditar al orador.
- Deseo de hacer callar al interlocutor.
- La mente recorre a toda velocidad los posibles argumentos.
- La incredulidad de que los demás no puedan ver la verdad.
- Intentar de manera activa que la gente se acerque a su forma de pensar.
- Volverse polémico.
Puede escalar a: incertidumbre, sospecha, resignación, desprecio.
Señales de escepticismo reprimido:
- Intentar mantener una expresión facial neutra.
- Arrastrar los pies.
- Una dilatación de las pupilas antes de controlar la expresión.
- Pedir disculpas por no mostrar apoyo inmediato.
- Permanecer sentado, con las manos juntas, simulando interés y atención.
- Actuar sin compromiso: Interesante idea o Eso es algo en lo que hay que pensar.
- Pedir a la persona que revise de nuevo los pros y los contras para que queden claros.
- Sugerir como solución un sistema de prueba y error.
- Pedir más tiempo para reflexionar.
- Sugerir que tal vez se necesite más reflexión o estudio.
Fuente: The Emotion Thesauru: A Writer’s Guide to Character Expression – Becca Puglisi & Angela Ackerman
Traducido por: José Alejandro Cantallops Vázquez
También puede interesarte:
Leer sobre otras emociones
Saber cuáles son los amplificadores emocionales
Regresar a la portada