Estaba vagando por una librería, una de las más grandes que hay aquí en Londres, cuando este brote sobrecogedor de ansiedad me impactó. Fui allí en busca de un título en específico que necesitaba ese mismo día. No estaba apurado, así que después de encontrar el Libro, decidí revisarla un poco. Mi mirada fue atraída hacia los nombres familiares en las estanterías: Joyce, Kafka, Kerouac, algunos de los cuales ya había leído, otros que siempre quise leer. Las portadas del exhibidor de las nuevas publicaciones también atrapó mi atención. Por cada autor y libro desconocido, estaba intentando averiguar si me gustaría o no. Tomé un par para leer la contraportada y sopesarlos en mi mano antes de seguir adelante.

Desde la ficción mainstream, me abrí camino hacia el área de ciencia ficción y fantasía, deteniéndome en la mesa de los recomendados. Reconocí varios de estos tomos pesados. De hecho, reconocí la mayoría de ellos. He estado yendo a mirar Libros como estos durante años, décadas y todavía no he leído la mayoría de ellos.

Rodeado por miles de libros y miles de millones de palabras, me aplastó el hecho de que nunca los leería. No debido a que no quisiera, sino debido a que es imposible. Hay demasiados libros.

En 2016, Mental Floss estimó que desde la invención de la imprenta habían sido publicados 134.021.533 libros. Unos casuales 134 millones.

De acuerdo a varias encuestas, el adulto promedio lee 12 libros al año. Como escritor podrías leer mucho más: quizás 50 o incluso 100 (mis respetos si lo haces). Digamos que tienes 20 y vives en Reino Unido, donde la expectativa de vida es de alrededor de 80 años. Con 60 años de lectura por delante, leerás unos miserables 3000/6000 libros o lo que es lo mismo que el 0.0002238%/0.0004476% respectivamente del total. Y eso es sin contar con los millones de libros publicados cada año a lo largo de tu vida.

Puedes desgastarte toda tu vida leyendo y apenas rascar la superficie. Peor aún, si eres un adulto promedio, sólo te quedan 720 libros. Eso es aterrador. ¡Deberías leer más!

No estoy seguro de por qué, pero después de un tiempo, dejé de buscar libros individuales y comencé a centrarme en autores. ¿Cuántos libros ha publicado en promedio un autor? ¿Y cuánto espacio en estantería les concede la tienda? Más a menudo que no, hileras completas son tomadas por una sola persona. Libro Tras Libro tras libro: una vida de trabajo duro que deben haber pasado estos behemots literarios perfeccionando su oficio.

Al comienzo, esto hizo que me deprimiera incluso más. ¿Cómo puedo compararme con eso? ¿Cómo alguien puede escribir docenas de libros y cientos de historias cortas? ¿De dónde viene todo eso?

La librería iba a cerrar en cinco minutos. Pagué por el libro en la recepción y me adentré en la noche. Las calles estaban mojadas, llenas con reflejos, pero ya no estaba lloviendo. Caminé hacia el este a través de Bloomsbury, pensando sobre todo esto.

Ahora, hubiera encajado bastante bien si a lo largo del camino hubiera visto un gato escapar a duras penas de una muerte segura bajo las ruedas de un carruaje oscuro y hubiera tenido una revelación repentina. O si me hubiera encontrado con la aparición de Charles Dickens paseando detrás de los contenedores de basura en Tavistock Square y le hubiera preguntado los secretos. Desgraciadamente, no sucedió nada de esto. Caminé hasta St. Paul y cogí un tren a casa.

El secreto es que no hay secreto. Un día hace no demasiado, estos autores estaban como tú y como yo, trabajando de 9 a 5, teniendo problemas para terminar sus obras, siendo rechazados, dudando de su habilidad. La única forma de llenar una estantería con libros es levantarse cada mañana y trabajar duro en ello.

Hola, soy Radek . Soy escritor, ingeniero de software y fundador de Writing Analytics —un editor y rastreador de escritura diseñado para ayudarte a derrotar el bloqueo de escritor y crear una rutina de escritura sostenible.

Traductor: José Alejandro Cantallops Vázquez

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