Parece no haber fin a las metáforas para la Escritura. George R. R. Martin divide de manera famosa a los escritores en arquitectos y jardineros. E. L. Doctorow dijo que escribir es como conducir un automóvil de noche. George Orwell comparó escribir un libro con una larga temporada de alguna enfermedad dolorosa.

Una rápida búsqueda a través del pozo infinito de información útil que es el internet revela muchas otras: escribir es como caminar sobre un lecho de carbones calientes, cuidar de un niño enfermo, construir una pajarera o correr una maratón. Aparentemente, escribir una novela es como dar a luz un niño. Como hombre, realmente no puedo dar fe de ello.

Aunque todavía tengo que ver a alguien comparar la escritura con la emoción de comer helado todo el día en la playa, cada escritor experimenta el proceso de escritura de una manera un poco diferente. Mi analogía favorita es la de Stephen King con la arqueología:

Las historias son cosas que encuentras, como fósiles en la tierra… Las historias son reliquias, parte de un mundo sin descubrir y pre-existente.

Al comienzo, estoy rastrillando la tierra a diestra y siniestra hasta que encuentro el primer hueso. Excitado por el descubrimiento, me pregunto que más podría haber allí, escondido bajo el suelo. ¿Será una tumba? ¿Será una iglesia olvidada? ¿Será una ciudad? Cambio a una piqueta más pequeña para seguir con cuidado. Remuevo los pedazos de tierra de los alrededores del fósil, limpio los huesos con brochas, las hojas oxidadas y las cazuelas rotas para preservarlas lo mejor que puedo.

A menudo estoy genuinamente sorprendido por los descubrimientos que hago mientras escribo y a donde me llevan. Cuando termino con una historia y la miro en retrospectiva, todo parece encajar en su sitio. Me siento detrás de mi escritorio y me pregunto ¿cómo es posible que hiciera algo así? Es una sensación extraña, pero siento que la historia siempre estuvo allí, como un fósil enterrado en el suelo y simplemente se dio la casualidad de que lo encontré.

Mientras trabajaba el año pasado en el segundo borrador de mi obra en proceso, había reescrito ocasionalmente un párrafo o dos sólo para encontrar que eran prácticamente idénticos a los del borrador de meses pasados.

¿Qué hay de ti? ¿Estás construyendo pajareras, cuidando de un niño enfermo, corriendo una maratón o caminando sobre un lecho de carbones calientes?

Hola, soy Radek . Soy escritor, ingeniero de software y fundador de Writing Analytics —un editor y rastreador de escritura diseñado para ayudarte a derrotar el bloqueo de escritor y crear una rutina de escritura sostenible.

Traductor: José Alejandro Cantallops Vázquez

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