Definición: sospecha y/o desconfianza excesiva o ilógica hacia los demás.
Señales físicas:
- Sobresaltarse con facilidad.
- Apretar la mandíbula.
- Movimientos oculares bruscos.
- Exceso de precauciones relativas a la seguridad (cerraduras adicionales, perros guardianes, videovigilancia).
- Manos inquietas que no se calman.
- Ojos muy abiertos.
- Sueño inquieto, dar vueltas en la cama.
- Insomnio.
- Retroceder con las manos alzadas.
- Parpadear.
- Ojos que no parecen parpadear con suficiente frecuencia.
- Cruzar los brazos con fuerza sobre el pecho.
- Murmurar en voz baja, hablar consigo mismo.
- Rascarse compulsivamente.
- Sudar.
- Ojos inyectados en sangre.
- Buscar salidas al entrar en una habitación.
- Una mayor necesidad de distanciamiento personal.
- Dependencia de las bebidas con cafeína o de las drogas para mantenerse alerta.
- Piel pálida por falta de luz solar.
- Aspecto desaliñado.
- Acusar a personas inocentes de planear o llevar a cabo una travesura.
- Tics faciales, músculos que saltan.
- Un caminar rápido y errático.
- Mirar siempre por encima del hombro o a la vuelta de la esquina.
- Pérdida de peso.
- Tirar de la ropa como si le molestara.
- Alinearse con grupos marginales y teóricos de la conspiración.
- Adoptar creencias y opiniones extravagantes.
- Ofenderse con facilidad.
- Ponerse a la defensiva.
- Atacar verbalmente a cualquier oponente percibido.
- Expresar argumentos insustanciales o irracionales.
- Citar fuentes poco confiables.
- Adherirse obstinadamente a sus creencias, por muy extravagantes que sean.
- Tendencias perfeccionistas.
- Comportamientos compulsivos.
- Rechazar alimentos o bebidas preparados por otros.
Sensaciones internas:
- Sentimientos agudizados.
- Fatiga.
- Músculos siempre tensos, listos para luchar o escapar.
- Sensibilidad al tacto y al sonido.
- Latidos acelerados.
- Nervios y piel en carne viva.
- Alto nivel de adrenalina, nerviosismo.
Respuestas mentales:
- Ver símbolos de peligro en todo.
- Realizar juicios apresurados.
- Un elevado sentido de la importancia propia.
- Respuestas irracionales, sacar conclusiones ilógicas.
- Fatiga mental por no haber dormido lo suficiente.
- Ver y oír cosas que no existen.
- Incapacidad para conectar con los demás debido a la falta de confianza.
- Ver siempre el peor escenario posible.
- Patrones de pensamiento negativos.
- Sentirse observado o perseguido.
- La creencia de que todos los demás están siendo engañados.
- Adherirse a creencias supersticiosas para mantenerse a salvo.
Indicios de paranoia aguda o prolongada.
- Contactar con las autoridades para pedir ayuda contra presuntos agresores.
- Incapacidad de mantener relaciones a largo plazo.
- Aislamiento.
- Vivir off-line.
- La creencia de que ya no está obligado a vivir según las leyes de la sociedad.
- Una ruptura total con la realidad.
- Furia.
- Alucinaciones.
- Ataques de ansiedad, fobias, psicosis.
Puede escalar a: miedo, ira, rabia, odio, desesperación.
Señales de paranoia reprimida:
- Evitar situaciones sociales.
- Intentar relacionarse socialmente, pero con ojos cautelosos y escurridizos.
- Estar de acuerdo con todos en un intento de parecer “parte del grupo.”
- Observar a los demás e imitarlos como forma de parecer normal.
- Una sonrisa congelada, maniática.
- Una voz aguda o una risa extraña.
- Usar medicamentos o buscar terapia.
Fuente: The Emotion Thesauru: A Writer’s Guide to Character Expression – Becca Puglisi & Angela Ackerman
Traducido por: José Alejandro Cantallops Vázquez
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