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Emparejando a los caballos con su uso, ambientación y personaje, Rachel Annelise Chaney

Si estás leyendo esto, te importa escribir bien a tus Caballos ficticios. ¡Felicidades! Esto te pone por delante del 90% de Hollywood.

He aquí el trato: La mayoría de los escritores manejan bien la terminología relacionado con los caballos (modos de andar, colores, equipamiento, etc.). Estos son hechos universales. Verdades inmutables. Correctas sin importar la raza o el worldbuilding.

Emparejar tu montura con tu mundo y/o personaje es un asunto engañoso y en cada ocasión Hollywood te llevará en la dirección equivocada. Usar el caballo incorrecto puede parecer algo sin importancia, pero arrancará de tu historia a los lectores conocedores de caballos. Los tres aspectos claves a considerar cuando estás escribiendo caballos en la tierra de la fantasía son:

  1. Uso.
  2. Clima.
  3. Experiencia de tu personaje.

¡Emparejemos a tu montura!

Emparejar la raza con el uso

Concepto erróneo: Los caballos son multiusos.

Realidad: Eh, no. Los humanos han desarrollado razas de caballos, al igual que razas de perros, a lo largo de siglos de apareamiento selectivo. Cada raza fue creada con un propósito en específico.

Lo primero que deberías hacer es precisar el propósito de tu caballo. ¿Son la montura de un caballero? ¿Un caballo con el que cruzar un terreno difícil que llevará a tu personaje en un viaje? ¿Un caballo de caza de algún noble o un semental de caballería?

Cada propósito requiere de un tipo diferente de caballo.

La montura de un caballero: Así que estás escribiendo una fantasía medieval y tienes a guerreros cubiertos con armadura que necesitan cargar hacia la batalla. Podrías estar pensando que necesitas un caballo grande, resistente y musculoso. ¿Quizás algo como el Clydesdale?

Lo siento, pero no. Contrario a la creencia popular, la mayoría de los caballeros que usaban armadura no usaban caballos gigantes y pesados de tiro. Basados en la armadura equina recuperada y las ilustraciones, las monturas de los caballeros (conocidas como “caballos de batalla” o “destrier”) tendían a ser de tamaño pequeño a medio, entre los catorce a dieciséis palmos y rechonchos.

La razón: Si era descabalgado, un guerrero cubierto con armadura necesitaba ser capaz de subirse a su montura ¿Esos caballos de tiro de dieciocho palmos? ¡Olvídate de ello! ¿Un caballo de quince palmos? ¡Perfectamente!

La complexión pequeña y rechoncha también es mejor para los giros cerrados, las patadas, encabritarse y cargas en el calor de la batalla. La mayoría de los caballos de tiro son conocidos como Gigantes Gentiles. ¿El fuego necesario para la batalla? No es lo suyo.

El caballo moderno equivalente más cercano a un caballo de batalla es el irlandés corriente.

Caballo de viaje: El error más común que veo en los libros, películas y shows de televisión es el uso de caballos de huesos finos en viajes largos, frecuentemente Pura Raza. Cuando la mayoría de las personas piensan en caballos, los pura raza tienden a ser la visión por defecto de cómo lucen, se mueven y actúan. Los pura raza son grandiosos. Los tengo. Los adoro. No albergo ninguna ilusión respecto a ellos.

Como la mayoría de los pura raza, mi castrado, De Vedras, y sus compañeros tienen aliento, así que podrían hacer ese largo viaje por las montañas y a través de los bosques si se lo pides. Pero perderían peso, probablemente se herirían o deshidratarían y, definitivamente, sufrirían de fatiga.

Si tu personaje va a emprender un viaje largo, dales una montura robusta, como un resistente caballo mongol. O el pequeño pero intrépido Marengo de Napoleón, un árabe egipcio, que llevó al dictador francés a través de los Alpes. Los caballos más pequeños que pueden no ser capaces de alejar a tu personaje del peligro o encabritarse de manera magnífica, pero se reirán ante el cansancio y las condiciones peligrosas.

Caballo de caza/caballería: ¿Todavía amas a los pura sangre? ¡Regocíjate! Esta es su ubicación óptima.

Los caballos de caza y los caballos de la caballería post-medieval compartían descripciones laborales y habilidades necesarias similares, así que los estoy poniendo junto. Para la caza, un caballo necesitaba ser lo suficientemente enérgico para saltar obstáculos, lo suficientemente rápido para mantener el paso de la presa y lo suficientemente calmado como para escuchar a su jinete.

Después del auge de las armas de pólvora y el descenso de la armadura, la conformación física de los caballos de caballería cambió. En vez de caballos de batalla pequeños y rechonchos, las monturas de caballería se hicieron más altas y delgadas. Tenían que ser lo suficientemente fieras como para cargar hacia la refriega, lo suficientemente ágiles para sacar a sus jinetes de situaciones letales y aun así lo suficientemente calmados como para obedecer órdenes de inmediato.

Los equivalentes modernos más cercanos a estos caballos son los pura raza y los sangre caliente, las mismas razas que compiten en los deportes ecuestres que evolucionaron de los entrenamientos de caballería.

La raza más rápidas de los caballos, los pura raza son criados principalmente para las carreras pero son muy versátiles. Más robustos pero más lentos que los pura raza, los sangre caliente fueron desarrollados al cruzar las “razas calientes” con los caballos pesados europeos.

Si estás escribiendo la caza de un noble (de cualquier era), una cabalgata por placer o una fantasía de la pólvora, apégate a los pura raza y los sangre caliente. Son altos (15,2 a 18 palmos), musculares, rápidos y ágiles.

Qué aprendiste de Hollywood: Pon un frisón. Cuando un frisón se robó el show en Ladyhawke (1985), los productores de cine decidieron que los frisones eran lo mejor que habían inventaado desde la mantequilla de maní. Así que los ponen. En. Todo.

No, no, no, no.

Si te encuentras describiendo al caballo de tu personaje como grande y negro con una melena y colas flotantes y patas emplumadas: Detente y escucha. Los frisones son extremadamente costosos. Siempre lo han sido. Son animales increíbles, pero no son para tirar de carros, de personas comunes o los caballos del carruaje de un asilo de locos. Te estoy mirando, La bella y la bestia (2017).

Conclusiones:

  1. ¿Tu caballo tiene un uso específico? Mantén las descripciones apegadas con las razas que están destinadas a eso.
  2. No le des a tu ciudadano común un frisón. No le des a nadie un frisón a menos que sean (a) ricos o (b) necesiten un sangre caliente.

Emparejando a tu caballo con el clima

Concepto erróneo: Los caballos son robustos y pueden resistir los climas rigurosos.

Realidad: Los caballos son al mismo tiempo, sorprendentemente duros y excepcionalmente frágiles. Si tu mundo presenta características rigurosas o climas inusuales, empareja tus caballos a ese mundo.

Caliente y seco: ¿Tus personajes se están desplazando a través de un desierto, un páramo rocoso o un mundo de otra forma caliente y árido? No lo hagas como en Juego de Tronos y pongas aquí caballos pesados. No usarías un husky siberiano en el desierto, ¿no?

Los caballos grandes y musculosos necesitan montones, montones, montones de agua, comida y forraje para mantener ese tamaño.

Si estás escribiendo sobre un mundo semi-desértico, usa una raza que resople ante el calor extremo y la carencia de vegetación, como los árabes, los akhal-teke o los marwari. Al igual que estas razas, tu montura debería ser delgada, compacta y rápida. Al ser pequeñas (catorce a dieciséis palmos), las razas del desierto son maestras de la resistencia. ¿Necesitas recorrer un par de miles de millas? ¡No hay problemas!

¡Estos equinos más pequeños y más delgados pueden llevarte durante distancias más largas, con menos comida que una montura pesada!

Frío y nevado: En el otro extremo, ¡no pongas a un árabe en un clima invernal! No pondrías a un husky en el Sahara, así que no pondrías un galgo en un equipo de tiro de Alaska.

La mayoría de los caballos pueden soportar las temperaturas frías cuando se les cubre con mantas y son cuidados por sus dueños. Pero si tu ambientación tiene temperaturas por debajo de cero, tormentas de nieve o condiciones invernales persistentes, puedes necesitar considerar apostar por una raza de caballo diseñada para vivir en climas fríos.

Los caballos de climas fríos tienden a ser más pesados que el caballo de monta promedio y que les crezca un pelaje denso y velloso en el invierno. Mientras que un gran caballo de tiro encaja con la descripción, razas más pequeñas como el caballo islandés o el fjord son grandes ejemplos de un caballo diseñado para inviernos fríos y terreno montañoso.

Si tu ambientación es montañosa, helada o sujeta a temperaturas de congelación, el mejor emparejamiento para tu mundo es un caballo con cascos fuertes, músculos gruesos y un pelaje invernal súper velloso. Cuán altos o pequeños deberían ser depende de su propósito.

Climas Templados: Si tu ambientación no tiene un clima extremo o condiciones de terreno únicas, refiérete a la sección anterior para emparejar tu montura con su propósito. Casi todas las razas pueden sobrevivir bien en cualquier lugar que no tenga un calor o frío extremo.

Conclusión: Si tienes una ambientación o clima inusual, escoge una raza que encaje con ella.

Empareja a tu personaje con la montura

Concepto erróneo: Los caballos son bicicletas vivas. Si aprendes como montarlos, puedes montar cualquier caballo.

Realidad: Cada caballo tiene una voluntad, emociones, personalidad y extravagancias. Piensan, sienten, actúan y reaccionan.

Emparejar a tu personaje específico con un caballo complementario es una cuestión de ir caso por caso, y no necesariamente importante a menos que los caballos sean una parte vital de tu narrativa. Sin embargo, hay un par de problemas importantes que deberías evitar.

Semental: Si tu personaje no es un jinete experimentado, ¡no lo pongas sobre un semental! No pongas a nadie en un semental sin una buena razón.

Tanto como a Hollywood le gustan los frisones, a los libros y a las películas les gustan incluso más los sementales. La mayoría de los sementales son mucho más temperamentales que sus contrapartes castrados. Los sementales calmados y atentos existen, pero son la excepción a la regla. Ante la duda, ve por un castrado o una yegua.

Temperamento: De una forma similar, no le des a tu persona un caballo genial y lleno de ánimo si son del tipo nervioso o excitable. Los caballos son increíblemente perceptivos y el como se está sintiendo el jinete se transmite a través de su cuerpo, lenguaje y por las riendas hasta el caballo.

¿Tu personaje es un jinete confiado y habilidoso? No hay problemas, ¡lánzalos sobre ese fiero semental! De otra forma, no lo recomendaría.

Conclusión

Los caballos son criaturas extrañas y frustrantes. Incluso caballos de la misma raza, sexo y edad pueden comportarse como animales completamente diferentes.

Así que no hay reglas que sean ciertas el 100 por ciento del tiempo. En última instancia, sabes lo que es mejor para tu historia, incluyendo a tus personajes equinos. Pero recuerda esta sencilla regla del pulgar: Aprende las reglas como un profesional, para que así las puedas romper como un artista.

Fuente: Libro Putting the fact in Fantasy

Traductor: José Alejandro Cantallops Vázquez

Correctora: Marisol Cossío Fernández

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