Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Sé tú mismo

Uno de los males que más aquejan a la sociedad actual es el de actuar como borregos, como animalitos que "alguien misterioso" conduce a rediles que son prisiones. Y ese "ser misterioso" tiene un poder manipulador impresionante. Actúa de manera invisible; Pablo lo define como el que gobierna desde los aires, una especie de cultura, llamada por muchos "de la muerte", porque todo lo va destruyendo a su paso. Implica un cambio de mentalidad, enfocada a todo lo que es cambiar el nombre y la presencia de Dios por ídolos del mundo. Es eregir en el trono de Dios a alguien que no es Dios, pero que tiene aparentemente sus atributos. Inteligencia programada, casi exacta matemáticamente, usada en todas las ciencias. Tecnología cada vez más sofisticada, capaz de almacenar información de toda clase; facilidad para la comunicación en cualquier parte y lugar. Traslado de personas a cualquier parte del mundo de manera cada vez más rápida. Una medicina cada vez más eficaz. Y todo esto que llamamos desarrollo, si se enfoca desde los dones y capacidades que Dios da al hombre para servicio de los demás, para que el ser humano pueda tener un bienestar adecuado y glorifique el nombre de Dios con una vida más solidaria, fraterna, compasiva, todo esto es bueno. Pero cuando el hombre piensa que todo lo ha conseguido él mismo, por sus propios poderes, y que Dios sobra, y él es Dios y sus cosas manifiestan su propia gloria, entonces viene el descalabro, el hundimiento de la humanidad. Hoy día se ha llegado al extremo de creer que si Dios existe se equivocó y no supo hacer las cosas, porque creó un ser humano totalmente fallido, porque hay más que lo masculino y lo femenino, y el ser humano tiene el poder para corregir y diseñar otras maneras de ser sexuado, y que además se puede matar a una criatura en el seno de su madre cuando se quiera, o quitar la vida a un anciano o un enfermo terminal cuando lo pida. Pues ante todo esto, no podemos seguir la corriente y aceptar lo que es contrario al plan de Dios y callarnos. No podemos ser como borregos que van donde van muchos. Sino debemos ser nosotros mismos, ser auténticos, actuar desde nuestros principios y valores, desde nuestra fe, desde el Evangelio, y poner siempre a Dios en primer lugar, desterrar cualquier idolatría, y aguantar cualquier persecución del mundo, que no nos querrá. Y solamente pensar que cualquiera que por más que se crea o quiera ser Dios, se enfrentará a la vejez, a la enfermedad y a la muerte, y allí se le derrumbarán todas sus ideas erróneas. En esos momentos se llegará a la verdad y con mucho dolor. ¡Mira lo que tiene nuestro canal de YouTube!



This post first appeared on Panamá América, please read the originial post: here

Share the post

Sé tú mismo

×

Subscribe to Panamá América

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×