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Varón y hembra los creó

Hay diversas maneras de contemplar los hechos, lo que acontece en el mundo exterior. Todo aquello que nuestros sentidos captan o perciben son, de una u otra manera, Objeto de algún tipo de apreciación, opinión o calificación de parte nuestra. Es nuestra capacidad de entes pensantes, básicamente, o que nos permite apreciar el fenómeno y en la medida en que nuestra inteligencia lo permita, esas apreciaciones podrán ser estimativas, en cuanto a valor, o enunciativas por cuanto contienen una manifestación de nuestro pensamiento respecto al objeto. De allí que los enunciados pueden ser conformistas, críticos o de reacción. El relativismo y el realismo filosófico, en cuanto a la contemplación de los fenómenos nos ilustran lo suficiente como para poder expresar que la relación hombre/objeto, nuestra posición frente a uno u otro, va a depender de la prevalencia o importancia, del uno respecto al otro. Si predomina en el pensamiento o en el conocimiento el Hombre, no hay duda alguna que estaremos ocupándonos del idealismo filosófico, pero si conferimos mayor importancia al objeto, ingresaríamos al realismo filosófico, que predica el dominio del objeto sobre el hombre. Si bien es cierto que en el campo de la filosofía se ha sostenido que el  idealismo pregona que la realidad es, en esencia, mental o espiritual y que, según los idealistas, todo aquello que podemos percibir como realidad material es, en realidad, una creación mental o de nuestras mentes y que, por otra parte, el realismo predica que la realidad es absolutamente independiente de nuestro conocimiento o percepción de ella, al final de cuentas, todo queda en la relación antes indicada: Hombre/Objeto o, para mejor decir, Conocimiento/Realidad. De allí que el idealismo y el realismo, lejos de constituirse en una expresión de la teoría del ser, en realidad va dirigida a una concepción o elaboración de la Teoría del Conocimiento. Lo que no podemos perder de vista, obviamente, que una u otra concepción de las posibilidades del conocimiento, ponderan ya al hombre o ya al objeto, lo cual me empuja a expresar que, en lo particular, me incluyo en el ejército de quienes ponderan al ser humano, al hombre, por encima de la realidad o del objeto, y por ello estimo y así estoy convencido que todo es en función del hombre, del ser humano. Todo fue creado, no por razón del objeto, sino el objeto en razón y en función del hombre, del ser humano. No hay mayor explicación. Todas las cosas fueron hechas, todo cuanto existe, por nosotros. Así lo dice la Biblia, de manera categórica, en el Libro de Colosenses, Capítulo 1, versículo 15 en adelante: "Él es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda creación. 16. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. 17. Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. 18. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. 19. Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud, 20. y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz". De manera que, ante toda la Creación, todo cuanto vemos, oímos, percibimos o captamos, todo, absolutamente todo, es obra del Creador y, a través del conocimiento, el pensamiento, la mente, el alma y el espíritu, es que podemos captarlas, aprehenderlas, analizarlas, apreciarlas, valorarlas, calificarlas. Todo está contenido en el Señor. Nosotros, como lo más valioso de la Creación, entendemos y aceptamos que fue en razón de nosotros, que la creación fue perfeccionada. De todas las criaturas visibles sólo el hombre es capaz de conocer y amar a su Creador(Génesis Cap.12-3); el hombre es la única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma (Génesis Cp.24-3); sólo él, el hombre, está llamado a participar, por el conocimiento y el amor, en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado el hombre y ésta es la razón fundamental, en esencia, de su propia dignidad: La Teología Cristiana se pregunta: ¿Qué cosa, o quién, fue el motivo de que establecieras al hombre en semejante dignidad? Ciertamente, nada que no fuera el Amor inextinguible del Señor podría explicarlo de otra manera. Con ese Amor con que Dios contempló su propia creación del hombre a quien miró como a sí mismo. Por Amor nos ha creado el Señor. Por Amor nos hizo un ser capaz de gustar los bienes etenos del Eterno. Por Amor puso en nuestro interior el hambre por Dios!. Por amor hizo al hombre y a la mujer, no hay mas distinciones. Todo lo que se pretenda adicionar es contrario a Dios y a su Programa de la Creación. Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. 28 Y los bendijo, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra". He allí la respuesta del por qué el idealismo es lo nuestro. Y sin duda alguna, no podemos quedarnos como seres meramente contemplativos de lo que vivimos a diario, de cómo se desvasta el orden natural de las cosas y de nosotros mismos, queriendo suplantar al Creador y a la Obra de sus Manos. ¡Dios bendiga a la Patria!. ¡Mira lo que tiene nuestro canal de YouTube!



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