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Consumo de tortugas marinas persiste

La conservación de Tortugas Marinas encuentra en la educación ambiental una aliada estratégica para combatir las múltiples amenazas que persisten, entre ellas su consumo y la contaminación de los hábitats. El biólogo Juan Blas, quien lidera el proyecto de Conservación de Tortugas Marinas en playa La Barqueta (Acotmar), recuerda que esas amenazas tienen como principal fuente el ser humano. Blas recalca que la caza indiscriminada de estos reptiles para obtener su carne, subproductos o huevos es una práctica a la que no se le ha podido poner fin. "A pesar de las leyes para su protección y conservación todavía sentimos que sigue su consumo y caza. Tal vez haya un pequeño grupo de la población que las consume por subsistencia, pero la mayoría lo hace por otras cosas", explicó Blas a Panamá América. Siguiendo esta línea, el biólogo agregó que en el caso de La Barqueta ya los residentes comen menos tortugas, sin embargo, en otros puntos de Panamá su cacería está muy marcada. Enfatiza que la idea de Acotmar es llevar el mensaje de conservación, trabajar con los niños para que las amenazas vayan disminuyendo. Subraya que la población debe saber que hay otras opciones de alimento, que no van en contra de acentuar la vulnerabilidad de algunas especies como las tortugas marinas. "Saben que está prohibido y siguen consumiéndola. Hay leyes y normas, pero los castigos no son ejemplares", añadió. La erosión, el cambio climático y la proliferación de depredadores naturales, entre ellos el coyote, son otras de las amenazas que encaran actualmente las tortugas. El desconocimiento en torno a su rol en los ecosistemas también juega en su contra. Blas destaca que las tortugas marinas son bioindicadoras ambientales, controladoras de otras especies y parte de la cadena alimenticia. Al ponerlas en riesgo se interrumpe el ciclo de vida. Dentro de las alternativas que emplean, el vivero cumple un papel clave para su conservación. Blas detalla que los viveros son corrales en los que se protegen los nidos de las tortugas. Asimismo los emplean como elementos de educación ambiental cuando nacen los animales y las personas pueden apreciar su liberación, fortaleciendo la conciencia de protección. En playa La Barqueta, el proyecto Acotmar ha ayudado a que una mayor cantidad de tortugas lleguen a anidar. De las cinco especies de tortugas marinas que hay en el país, tres tienen presencia en esta playa chiricana. Ellas son la tortuga lora, carey y verde. Acotmar surgió en 2019 y es un grupo que pertenece al Centro de Reproducción y Conservación de la Biodiversidad Animal de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi). Trabajo en equipo El 16 de este mes fue el Día Mundial de las Tortugas Marinas, una fecha para crear conciencia en su cuidado y preservación. Como parte de la fecha se realizaron diferentes actividades, incluido un foro virtual en el que diferentes expertos compartieron los avances en materia de conservación. Uno de ellos fue el zoólogo de MiAmbiente, Joelbin De La Cruz, quien presentó su trabajo en el Parque Nacional Coiba. El biólogo mostró los resultados de 17 campañas, con un total de 697 tortugas capturadas y registradas y 659 tortugas recapturadas. Los expertos pidieron a la población apoyo en la labor conservacionista y exhortaron a denunciar los delitos ambientales. ¡Mira lo que tiene nuestro canal de YouTube!



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