Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

Polinesia Francesa, torrente de colores y aromas

Las Islas de Tahití conforman oficialmente la Polinesia Francesa, y visitarlas significa disfrutar de uno de los entornos más diversos, coloridos y bellos de nuestro planeta. En todas ellas rige una constante: la fantástica mezcla de culturas polinesias y francesas, acompañadas de un clima tropical permanente. La imagen de tahitianos que se lanzan calurosamente al cuello del visitante para decorárselo con un collar natural de flores, es real; acompañan este saludo con un "Ia Ora na e manava" –hola y bienvenido–, una recepción que ofrecen amorosamente desde este maravilloso lugar. Lo habitual es visitar no menos de tres o cuatro de sus islas, para empaparse de su esencia tanto en lo paisajístico como en lo humano, ya que la Polinesia Francesa, con extensión marítima similar a la de Europa, la componen 118 islas, pero sólo 67 están habitadas y tan sólo un puñado son accesibles durante un viaje turístico. Desde aquí proponemos algunas de las más destacadas. Tahití: pasión y multiculturalidad Existen cinco archipiélagos importantes: Marquesas, Tuamotu, Gambier, Austral e Islas de Sociedad, donde están las más conocidas: Tahití y Bora Bora. "Lo habitual es llegar a Tahití, que es la mayor de las islas y que contiene un interior montañoso que alberga valles sagrados, arroyos de aguas cristalinas e imponentes cataratas", informa a Efe Mónica Asenjo, de la empresa experta en turismo Open Comunicación. Esta localidad es el lugar donde se ubican el aeropuerto internacional y Papeete, la bulliciosa capital de la Polinesia Francesa. "La mayor parte de la población vive cerca de la costa de Tahití, por lo que el interior prácticamente no ha cambiado desde hace siglos, pese a la proximidad con Papeete, que significa "cesta de agua", ya que era antaño un lugar de reunión donde los tahitianos iban a llenar sus calabazas con agua fresca", indican desde Tahititourisme.es. En la isla se pueden encontrar, según revela esta última fuente, desde teatros, a mercados, conciertos o exposiciones de arte, entre lo que se destaca el espectáculo de danza tahitiana original, el "'ori Tahiti". Actividades en la mayoría de los casos centralizadas en Papeete. En este lugar también destaca una exuberante naturaleza, con playas de arena negra de la costa este; las de arena blanca de la costa oeste; sitios para practicar el submarinismo, los spots de surf más accesibles o más míticos, picos de montaña verdes y majestuosos, así como valles imponentes. Moorea y el tono esmeralda Moorea es la segunda isla en tamaño del Archipiélago de Sociedad. Es una isla volcánica y está a solo 30 kilómetros de la capital. Entre sus joyas encontramos una de las lagunas más bellas del país en la que se puede hacer snorkel y buceo. En el interior se alzan abruptas montañas con un paisaje de tonos esmeralda, cataratas y bosques de helechos. Su entorno se completa con casas de color pastel, rodeadas de jardines de hibiscos y aves del paraíso, que rodean la isla formando un collar de pueblos donde la vida es sencilla. Es un auténtico lujo pasear por sus jardines plagados de innumerables flores, por sus plantaciones de piñas y sus playas de arena fina, o escuchar el sonido del ukulele bajo un árbol de purau. A eso se añade un arrecife coralino y una variedad de fauna marina tan espectacular, que los buceadores, ya sean expertos o aficionados, siempre lo viven como un espectáculo natural grandioso. Una ruta muy popular es andar siguiendo los pasos del Capitán Cook hasta llegar al Mirador O'Belvedere, pudiendo descansar en algunos de los restaurantes locales y degustar platos de origen francés pero con productos y sabores autóctonos, abundando frutas exóticas y los pescados. Bora bora y el azul turquesa Bora Bora es el paraíso del snorkel y el buceo. Se encuentra a unos 50 minutos en avión de la capital. Lo que más impacta al contemplarla desde el aire es su laguna plena de tonos azules y verdes. Es la isla de los enamorados. "Sus playas de arena blanca perfectas dejan paso a las aguas de azul intenso donde peces tropicales llenos de colorido se mueven por los jardines de coral y gigantescas mantarrayas nadan con elegancia. Se podría definir fácilmente como la encarnación del romanticismo", indican desde Tahititourisme.es. Sin lugar a dudas los visitantes la consideran como una de las islas más hermosas del mundo y la denominan la "perla" del Pacífico por su característica geografía. "Esto se debe a que la isla principal, un antiguo volcán ya extinto, está rodeada por diversos islotes de coral denominados motus creando en el centro una amplia laguna de fondo coralino, hogar de gran variedad de especies marinas", añade la misma fuente. Con una extensión en su tramo más largo de poco más de 30 kilómetros, es perfecta para recorrerla en bicicleta teniendo en Matira su playa más conocida, pero también son profundamente románticos y muy conocidos los miradores donde contemplar las fabulosas puestas de sol. ¡Mira lo que tiene nuestro canal de YouTube!



This post first appeared on Panamá América, please read the originial post: here

Share the post

Polinesia Francesa, torrente de colores y aromas

×

Subscribe to Panamá América

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×