Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

¿Y qué pasa con los cruceros?

De todas las opciones disponibles alrededor del mundo, ¿sabía usted que la travesía a través del Canal de Panamá es la preferida por los cruceristas? En octubre inició la temporada de Cruceros en el Canal y la Autoridad del Canal de Panamá nos comunica que 200 cruceros atravesaran el canal, entre ellos 12 primerizos y 44 a través de las nuevas esclusas, incluyendo 2 tránsitos del Norwegian Encore, gemelo del Norwegian Bliss, quien fue el buque más grande en cruzar el canal en 2018. Para relatar con lujos de detalles la experiencia, hemos reservado un camarote en el Norwegian Encore, travesía de 21 días, iniciando en Seattle, Washington, anclando en Miami. Florida Y la tendencia a futuro, será el tránsito de buques neopanamax con capacidad de hasta 7,000 pasajeros, de tal forma que el flujo potencial de turistas en la modalidad cruceros será de vertiginoso aumento. Albano Aguilar, especialista en Comercio Internacional de la vicepresidencia de Asuntos Corporativos del Canal señaló que, en promedio, cerca del 50 % de los buques que realizan tránsitos parciales incursionan en alguna actividad de turismo en Panamá. Hasta allí, todo bien. Pero el mapa de la planificación, como suele ocurrir, no está aún trazado. La meta del turismo de cruceros debe incluir 100% de los tránsitos y no un sosegado número "cercano al 50%". Para el logro de ese objetivo, se hace evidentemente necesario un cautivador atractivo, un magneto tan brioso que seduzca a los visitantes y a las empresas de cruceros a un cambio radical en su modus operandi, algo símil al tejo de Las Vegas en la década de los cuarenta del siglo pasado, impresionante mole en medio del desierto de Nevada que maravilla a más de 32 millones de visitantes anuales. En las riberas del lago Gatún contamos con áreas que cuentan con el suficiente calado para recibir múltiples cruceros simultáneamente. Sugerimos allí la erección de un parque ecológico, donde visitantes de todos los rincones del mundo puedan saborear la seductora belleza del verdor istmeño. No un parquecito Summit, ni nada que se le asemeje, al contrario, el mayor parque ecológico del mundo, en momentos que vivimos la zozobra del cambio climático. Una obra tan magna, porque nuestro pensamiento no puede ser liliputiense y encubierta, tal cual Ecorium en Corea del Sur, que convierta del tránsito del canal, el destino y no el recorrido, todos los días del año, llueva o escampe. De tal forma que las compañías de cruceros, como solían hacer durante su escala en San Petersburgo, Rusia, pernocten en el istmo y nos permitan desarrollar otros magnetos al turismo que fomenten un fértil y continuado flujo de visitantes, en vez del tristísimo vigente hormigueo. Por la envergadura del proyecto, este parque no puede ser administrado ni por empresarios locales ni por la Autoridad del Canal, más bien se necesitan entes especializados en el tema, tales como Smithsonian, National Geographic y Disney, quienes en conjunto asegurarían la inversión requerida, el éxito y adecuado mercadeo del esbozo. Ello nos permitiría salir del actual status quo turístico que languidece en la ignominia y transformar nuestro destino en lo que debería haber siempre sido, tal cual describe el diario The New York Times: "an embarrassment of natural beauty" (una vergüenza de belleza natural).



This post first appeared on Panamá América, please read the originial post: here

Share the post

¿Y qué pasa con los cruceros?

×

Subscribe to Panamá América

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×