Traer un nuevo gato al hogar es siempre una importante decisión y a la vez muy emocionante. A veces esa llegada es algo previsto y muy esperado, en otras ocasiones puede ser una adopción o rescate espontáneo.
De cualquier forma, además de la compra de todo lo que requiere tu nuevo gato, como alimentos, platos y cajas de arena, deberás buscar tiempo para que el Veterinario con la colaboración del auxiliar de veterinaria realicen un primer chequeo a la salud de tu gato.
La primera visita al veterinario nos puede mostrar problemas subyacentes que pueden afectarle a él, a tu familia y a otras mascotas. Algunas enfermedades pueden volverse graves de repente, por lo que es mejor saber de inmediato si tu gato necesita tratamientos especiales.
Por el bien de la salud de todos en tu hogar, incluido la del nuevo gato, es importante que no pospongas esta primer Visita veterinaria.
A continuación, te indicaré el plazo aconsejado para realizar esa visita, y unas pautas a seguir para que resulte satisfactoria y lo menos estresante para tu gato.
¿Cuándo debes realizar la primera visita al veterinario con tu gato?
El nuevo gato debe visitar a un veterinario lo antes posible para que comprueben su estado de salud. No hay tiempo establecido para la primera visita al veterinario, aunque se recomienda realizarla dentro de las 24 a 72 horas posteriores a la llegada del gato. Si ya tienes gatos en tu casa, es mejor ir al veterinario antes de llevar al nuevo gato a casa, este puede se portador de una enfermedad que no es obvia para ti.
En el caso de un gato de un refugio u otra adopción urgente pueden hacer imposible una visita al veterinario previa a la adopción. En esta situación, mantén al recién llegado aislado en un baño o espacio similar donde esté separado de la familia y de otras mascotas.
El nuevo gato debe tener su propia caja de arena, tazón de comida y de agua, para evitar que se propaguen enfermedades o parásitos en su nuevo hogar.
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Preparación para la primera visita al veterinario de tu gato
Incluso aunque tu gato sea muy tranquilo puede estresarse con la visita al veterinario: el transportín, el viaje en coche, los ruidos fuertes, los olores desconocidos, pueden aumentar el nivel de estrés de tu felino. Por ello, te ofrezco unas pautas para que prepares su primera visita al veterinario, y de este modo la experiencia sea menos estresante para todos:
- Reúne toda la documentación de tu mascota, si la tiene. El veterinario deberá revisar los registros de salud de tu mascota, incluido el historial de vacunación, para establecer un plan de atención futura.
- Si lleva tiempo contigo es aconsejable que los hayas acostumbrado a que lo toquen y cojan. Ten en cuenta que el veterinario con el auxiliar de clínica lo manipularán para realizarle el examen físico que se requiera.
- Aclimata a tu gato al transportín. Puede ayudar que lo dejes, unos días antes, en un lugar dónde tu gato puede olfatearlo y examinarlo. Cuanto más familiarizado esté con el transportín, menos estresado se colocará dentro de él. También puede ayudar a reducir su ansiedad el colocar dentro una de sus mantas preferidas.
- Si tu gato se muestra nervioso al viajar en coche o nunca ha viajado, puedes probar a dar unas vueltas de prueba c0n el coche y el gato dentro del transportín.
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Qué realizarán a tu gato durante la visita al veterinario
Cuando llegues a la clínica, generalmente el auxiliar de veterinaria registrará tu gato con todos los datos que le aportes.
Algunas clínicas tienen zonas de espera para separar a los perros de los gatos, lo que puede ayudar a reducir el estrés de los gatos que no están acostumbrados a estar cerca de los perros. Mantén a tu gato en su portador hasta llegar a la sala de examen.
Durante esta visita inicial, el veterinario realizará en tu gato las siguientes comprobaciones:
- Comprobación del interior de la boca: se examinarán los dientes de leche, la lengua y el paladar.
- Toma de la temperatura: si esta es demasiado alta o baja, puede ser un indicio de un problema.
- Palpar el abdomen del gato: se le palpará el vientre para advertir cualquier cosa anormal.
- Auscultar el corazón y los pulmones: un gato debe tener un ritmo normal de latido de su corazón. Los pulmones deben estar limpios con solo aire que fluya a través de ellos.
- Prueba de movilidad de los músculos y las articulaciones: comprobará la movilidad de las patas, especialmente sus rodillas. Se asegurará de que el gato tiene una marcha al andar normal.
- Revisión de los ojos: se puede usar un oftalmoscopio para examinar los ojos del gato.
- Revisar las orejas en busca de ácaros.
- Observará el pelo de tu gato en busca de pulgas: a las pulgas les encantan los gatos de todas las edades.
En esta primera visita, se le suele aplicar un desparasitante y se establecerán las fechas para comenzar con la administración de las vacunas.
Al concluir el examen de tu felino, se le abrirá una historia clínica y el auxiliar de veterinaria te entregará una cartilla de control de las medidas preventivas que se le han aplicado.
Preguntas que puedes hacer durante la visita veterinaria de tu gato
La primera visita al veterinario es un buen momento para que podáis compartir información de tu gato. El veterinario te preguntará sobre su historial de salud, los registros de vacunación y el entorno del hogar. Lo que aportes ayudará al veterinario a completar una imagen de la salud de tu mascota.
Establecer una línea de comportamiento normal para tu gato, servirá para resaltar cualquier hecho inusual o fuera de lugar (como letargo, irritabilidad o pérdida de apetito) que podría ser un síntoma de un problema de salud que puede surgir en el futuro.
La visita inicial también es el momento para preguntar al veterinario cualquier duda que puedas tener sobre el cuidado de tu gato. La relación que establezcas con tu veterinario contribuirá a que tu gato reciba la mejor atención posible.
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Después de la primera visita al veterinario
Al volver al hogar deberás procurar hacerlo de forma suave. No olvides que su visita ha podido ser muy estresante.
Tu gato se habrá impregnado de olores desconocidos mientras estaba en la clínica. Estos olores pueden provocar ansiedad y rechazo si tienes otros gatos en casa. Procura que el gato vaya “cogiendo” el olor de tu hogar, y si fuera necesario puedes tenerlo separado del resto de las mascotas hasta que sea aceptado.
Deberás asegurarte de seguir las instrucciones o recomendaciones que te haya dado el veterinario. Esto puede incluir administración de medicamentos contra pulgas y garrapatas, gusanos del corazón o desparasitantes, un horario para las comidas y consejos para el cuidado.
Recuerda programar la próxima visita de tu gato a las 3-4 semanas después de la primera. Conseguir que tu gato reciba la atención preventiva adecuada puede ayudarlo a vivir una vida más larga y saludable.
¿En qué otras ocasiones debes llevar a tu gato al veterinario?
Sabes que esa primer visita al veterinario es necesaria, pero también deberás acudir a una clínica veterinaria si observas en tu gato una sintomatología anormal. A veces, tu gato tendrá un problema médico que no debe esperar, cuando observes los siguientes síntomas:
- Cualquier cambio radical en los hábitos de comer, beber, orinar o defecar.
- Diarrea o vómitos durante más de 24 horas.
- Letargo o falta de energía.
- Ocultación.
- Sospechas de que ha sido envenenado.
- Cambios de comportamiento repentinos y agresividad.
- Dificultad para respirar.
- Orinar fuera de la caja de arena.
- Convulsiones.
- Ceguera repentina (chocar con muebles, etc.)
- Si tu gato está tratando de orinar y no lo logra, es posible que tenga la uretra bloqueada.
- Exceso de maullidos y vocalización.
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