Hay un cliché en el fútbol que dice que para ser un buen Delantero, a menudo necesitas ser egoísta. Como jugador responsable de marcar goles, el que se entrena especialmente para el trabajo, el delantero tiene la mayor capacidad para devolver el balón a la red. Desde mi primera temporada jugando fútbol de club hasta jugar en la universidad, y luego en los niveles semiprofesional y profesional, los entrenadores me inculcaron esa lección.Intenta tomar la foto tú mismo​​​​​​.

Esa lección viene con una advertencia obvia: el egoísmo debe moderarse. En lugar de siempre tomar el tiro, se trata más de la hipótesis de que si estás en una buena posición y tienes un compañero de Equipo en una buena posición, elígete a ti mismo. Si su compañero de equipo está abierto y su ángulo es difícil, pase la pelota.

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En última instancia, lo importante no es marcar tus propios goles, sino ganar el partido. ElBLOQUEAZULEl anime comienza con un enfoque en esa primera lección.

De razonable a extremo

BLOQUEAZULde Bandai Namco Filmworks y estudio 8bit (Esa vez que me reencarné como limo), lleva al extremo la idea del egoísmo en el fútbol. Al hacer esto,BLOQUEAZULsaca a la luz los temas humanos del juego de alto nivel de una manera nueva y más interesante que otros animes deportivos.

Yo empecéBLOQUEAZULdespués de pausar mi reloj de otro anime de fútbol,aoashi. Es una serie fundamentada, y me alejé de ella porque su protagonista se convirtió en defensa, un papel con el que me resultaba difícil identificarme (tenía problemas con los defensas) ya que generalmente jugaba de extremo o de delantero.BLOQUEAZULapeló a mi sensibilidad como jugador ofensivo, y comienza razonablemente, presentándonos al protagonista Isagi Yoichi y su sueño de convertirse en una estrella del fútbol.

Al principio, Isagi parece ser el menos talentoso de sus compañeros, pero poco a poco se convierte en el más poderoso de todos. Dóndeaoashise inclinó hacia su enfoque realista,BLOQUEAZUL se encuentra con el extremo. Entra Ego Jinpachi, un fanático del fútbol loco cuyo objetivo es que Japón gane la Copa del Mundo. Aborda la complacencia de la estructura actual del deporte y propone una solución: desarrollar un delantero de clase mundial.

A cualquier país le encantaría tener uno, pero el camino hacia esto no es financiar y revitalizar mejor el entrenamiento y la cultura de las ligas nacionales y, por lo tanto, de la selección nacional. No, el gran plan es encerrar a un grupo de niños en una instalación, enfrentando desafíos y entrenamiento que solo él podría idear.

Ego se apoya en lo primero que mencioné: Por encima de todas las cosas, un delantero debe ser egoísta y egoísta. Ego nombra a jugadores de la vida real como Neymar, Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Robert Lewandowski como ejemplos del tipo de jugador que quiere crear. Este concepto crea un drama increíble, donde cada juego o evento único significa la ruina potencial para la carrera de un jugador joven. Los amigos se enfrentan entre sí. Es cruel. Pero Ego quiere endurecerlos contra el sentimentalismo, contra las presiones del escenario mundial y ver verdaderamente quién tiene el instinto asesino para ser el mejor.

Los más fuertes sobreviven… más o menos

En cierto sentido,BLOQUEAZULse basa en una lectura única del concepto darwiniano de "los mas fuertes sobreviven"– en lugar de la más adaptable. Esto lleva a pensar que el poder, la crueldad y la brutalidad contra los demás es la clave del éxito, en lugar de que la verdadera solución sea la colaboración, la inteligencia y, muchas veces, la suerte. Ahí está esa advertencia.

Afortunadamente, esto juega con la comedia inherente del anime. Por ejemplo, uno de los jugadores jóvenes señala desde el principio que ninguno de los jugadores que Ego describe como ideales haganadola Copa del Mundo (hasta Messi apenas el año pasado). Su misión parece equivocada si estos delanteros de élite que encajan en su molde no pueden lograr el objetivo final.

También vemos claramente la importancia de centrarse en algo más que en uno mismo en el campo. Vemos las diferentes armas de cada jugador y cómo el egoísmo no es consistente entre todos. ¿Confianza? Sí. ¿Una creencia en la capacidad de uno? Sí. Mientras que apoyarse en el egoísmo funciona para algunos, falla para otros.

Uno de los supuestos fracasos de Isagi, por ejemplo, es su costumbre de pasar a los jugadores en una mejor posición en lugar de dispararse a sí mismo cuando se marca un gol. Este hábito se posiciona como un defecto fatal que tiene que superar. En 2018, Inglaterra cayó ante Croacia en parte porque Harry Kane, un delantero de élite, decidió disparar hacia el final del partido en lugar de pasar a Raheem Sterling, que estaba abierto en el centro del área.

Ronaldo, Neymar y Lewandowski se retiraron de la Copa del Mundo ante equipos que no tenían delanteros de élite del mismo molde. Messi ganó, no especialmente por ser el mejor delantero del torneo, sino por ser el mejorcreador de juegoy teniendo un equipo a su alrededor que era tan cohesivo y talentoso, jugaron como una unidad fuerte en lugar de una sola superestrella. Entonces, la lección de ser la estrella, ser egoísta, debe cumplir con la advertencia de trabajar con su equipo.

El jugador perfecto no está solo

Ego nunca lo menciona en el anime, pero el jugador que realmente parece querer crear es Erling Haaland, un delantero que parece hecho en el laboratorio para hacer nada más que marcar goles. Y marca goles en grado extremo. A menudo, sus toques por juego están en las decenas o veinte, pero terminará con un gol, un doblete o un hat-trick. Pero, por supuesto, un delantero como Haaland no puede ser el producto final del programa BlueLock: marca una cantidad absurda de goles y, sin embargo, su selección nacional no llegó a la última Copa del Mundo y, en última instancia, necesita más que un delantero de clase mundial. Haaland tendría a Japón en la misma posición que ahora.

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Es esta ironía de los extremos razonables y la importancia tanto del egoísmo como de la conciencia de equipo lo que parece ser el objetivo final de Ego. Entonces, si bien nuestro héroe Isagi podría eventualmente convertirse en la idea presentada por Ego de un delantero, está claro que Japón solo puede ver el éxito prometido en la Copa del Mundo si ese jugador de élite trabaja con el equipo que lo rodea.

Al igual que en la vida real, el talento individual y el ego tienen su lugar, pero al reunirlos en un equipo completo, cada uno con su propio egoísmo, armas y habilidades,BLOQUEAZULrevela una verdad sobre el fútbol, ​​que la grandeza de un jugador es, en última instancia, el resultado de quienes lo rodean.

Zito Madu es un creativo y escritor que vive en Brooklyn. Su trabajo se puede ver en GQ, Plough Quarterly, The New Republic y The Washington Post.