Get Even More Visitors To Your Blog, Upgrade To A Business Listing >>

La Guerra de las marchas. ( fool's parade)



En un país lejano, un Hombre estaba siendo atacado por un perro; este, buscando como defenderse, (el hombre, no el perro, recuerde que este era el que atacaba, el perro, no el hombre) utilizó un ladrillo para así, con golpes contundentes, terminó quitándole la vida al rabioso atacante perruno. - (no estoy aquí promoviendo la violencia contra los animalitos, no se me confunda, como usara decir mi tata: “no se me vaya por la tangente”)-
Desde una ventana en un segundo piso, otro hombre turbado, miraba la sangrienta batalla, por lo que decide hacer algo, sin dudarlo a partir de ese momento, dedicó su vida a asegurarse que en todo lugar hubiera un ladrillo suelto.
Lo anterior, lo acabo de inventar, para ilustrar lo que nos pasa a los seres humanos, que desaforadamente caemos en la necedad de creer en el poder de un tótem. 
Por ejemplo, ahora todo se resume en que: quien la tiene más grande gana, me refiero a las manifestaciones públicas de personas en pro o en contra de esto o aquello. 
Parece ser que un microscópico (léase dos o tres) grupo de nicaragüenses, que probablemente se llaman: Los resentidos y revoltosos, inició su marcha, amenazando y jactándose que un parque tico era suyo, amenazaban, con una “advertencia” a todo aquel tico que osara pasar por él: “Bien no le iba a ir”. Lógicamente, la versión tica de resentidos, revoltosos y tontos, decidió también mostrarles a aquellos que su grupo era más grande, “más fuerte” y más violento. Si, ya se, eso es xenofobia, con un alto grado de estupidez. Bueno, resulta que ahora se promueve hacer una marcha contra la xenofobia. Ahí es donde me da como un dolor de cabeza triple, en detrimento, solo tengo una cabeza.
Recuerdo cuando las Marchas eran algo que rendía usufructo a quienes eran las verdaderas víctimas, sobre todo porque eran elementos para desenmascarar la impunidad presente en niveles altos de los gobiernos (entiéndase aquí gobernantes) e instituciones. 
Hoy día, se usan, pero solo para mostrar cuan ignorantes podemos llegar a ser. Primeramente, las marchas multitudinarias, muestran que quienes están en ellas no tienen mucho que hacer, especialmente si lo hacen en horas y días laborales, aunque la realidad nos enseña que todos los días son laborales, pues hasta el cura, que trabaja dando misa, tiene como principal día de labor el domingo, y ni qué de los que trabajan en hospitales, la policía, los restaurantes, los hoteles, en fin, no termina uno. Tal vez lo que irónicamente pudiera tener un poco de sentido, sería una multitudinaria marcha de los desempleados. 
Porque las marchas iniciaron como un recurso para sacar a la luz pública un aspecto injusto de la ley o situación social o política, que se estaba manejando de forma secreta, mayormente por ser ilícita.
Hoy día no es así, como quien dice, a estas marchas modernas, les sale el tiro por la culata, pues desde cómo se conforman hasta cómo llegan a su ejecución, todas son una anti manifestación, puesto que lo que quedan al descubierto son las necedades, desafueros y inconsistencias de los individuos que se manifiestan. 
Las mejores marchas son aquellas de todos los que día a día salen juiciosamente a cumplir con su trabajo, de los grupos de personas que se unen a juntar la basura que tiran los que andan “marchando “; ojo.
 Ojalá todos marcháramos por la senda de la justicia local y personal, aquella que respeta al vecino, que ayuda al prójimo, que se ocupa de construir. Porque las mejores marchas se hacen en el seno de una familia unida, educando y corrigiendo las faltas con amor y con firmeza. 
Las masas tienden a causar desorden, como los grupitos de muchachos, que cuando se juntan tienden con más fuerza a hacer locuras, como que se hace valientes tontos. 
No piensen que estoy contra la unión que hace la fuerza, pero la unión de ideas e ideales justos, con principios morales y cristianos, cuestiones prácticas. Pero, eso de que cada cual anda buscando establecer su propia revolución, y con ello se olvida el bien común, es negativo. Es cierto, siempre habrá un grupo que no vea cumplidos sus caprichos, pero si se va por el camino del bien y la cordura, a la larga el beneficio obtenido será para todos. Pues de otra manera, hasta los grupos neo nazis, estarían avalados, y como en el caso del que se está hablando mucho en Costa Rica, el grupillo que se decidió que eso de la xenofobia, con énfasis en los nicaragüenses, era lo suyo. 


¡A ver si nos despertamos, y no respondemos a la necedad con necedad!


This post first appeared on Don Víctor, please read the originial post: here

Share the post

La Guerra de las marchas. ( fool's parade)

×

Subscribe to Don Víctor

Get updates delivered right to your inbox!

Thank you for your subscription

×