Hoy las redes sociales en vez de acercarnos, nos alejan; aun así, basamos nuestras relaciones interpersonales en ellas. Nos han vendido la idea de que somos multitask y que podemos realizar distintas tareas al mismo tiempo, pero no es así, nuestro cerebro y relaciones requieren de tiempo, atención, dedicación y descanso. Pero, ¿cómo saber si esto afecta la manera en la que vemos nuestras relaciones personales? A continuación te lo decimos:

En la pareja se requiere individualidad, no asilamiento. El exceso de información nos ha hecho creer que somos autosuficientes y nos ha llevado a un protagonismo permanente. Eso se hace evidente en la pareja y de inmediato buscamos en nuestros dispositivos algo que confirme nuestras creencias o expectativas. El escritor Erich Fromm dice que el amor maduro no es “inmediato”, sino que requiere de comunicación, tolerancia, paciencia y respeto. “En esta etapa, el amor es un poder que atraviesa las barreras que separan al hombre de sus semejantes y lo une a los demás; el amor lo capacita para superar su sentimiento de aislamiento y separatividad. En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos”. Gracias a esto, podemos ver a nuestra pareja como “partner”, y librar la famosa guerra de poderes.

Pareciera que las relaciones deberían ser más “fáciles”, ya que todos tenemos claro lo que queremos, o al menos así lo creemos; sin embargo, el miedo a dar o entregarnos persiste y dificulta que la relación de pareja sea recíproca. Por ejemplo, Walter Riso expresa lo siguiente: “El amor es democracia efectiva, equilibrio y congruencia; horizontal dentro y fuera de la cama. En las relaciones cara a cara todos esperamos: si eres fiel, esperas fidelidad; si das sexo, esperas sexo; si eres cariñoso, esperarás cariño. Los que creen que pueden vivir con dar y no recibir, al cabo de un tiempo se frustran y deprimen, ya que es natural y congruente con la condición humana buscar un balance interpersonal”.

Es posible tener la relación que deseamos, siempre y cuando nos aseguremos de que estamos de acuerdo con la persona con quien vivimos la misma. Dice Erich Fromm: “Mientras EROS puede activarse ante personas opuestas y distintas, PHILIA sólo puede crecer en la semejanza”. La tecnología y todos su beneficios pueden aplicarse en muchos aspectos, pero difícilmente  sustituirán la calidez y la calidad de las relaciones humanas. Sólo basta con preguntarnos: qué queremos vivir y estar dispuestos a mantenernos despiertos para experimentarlo.



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Uno de los motivos por los que ya no nos entregamos por completo a las relaciones es por el miedo a que éstas terminen y sean dolorosas, pero, ¿por qué es tan difícil dejar de pensar en el ex que te rompió el corazón? Aquí te lo decimos.

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