Epoca de chicas
Mario ve de reojo a la chica del sobretodo negro
que avanza singular sobre la misma acera.
Finjo no observarlo -como siempre-
pelear es de lo más aburrido.
La chica pasa cándida a nuestro lado
y me mira.
Los impulsos
- Hola Gabriel, fijate que me es imposible saltar del edificio aquel que te hablé.
- ¿Cómoooo?, ¿Y, entonces? Púchicaaaaa.
- Podríamos hacerlo otro día y en otro lado. (silencio)
- Bueno. (cuelga)
5 minutos más tarde...
- Gabriel, ¿Dónde estás?
- Voy camino a casa.
- Esperame en el edificio del reloj, vamos a saltar!
Demonios
Antes de dormirte escucharás voces. Tu voz ecualizada en la conferencia de prensa del año 2012. Entonces subirás la pequeña grada fresca para ver por la ventana del baño a dos perros fornicando volar, atrás llega el águila que los empuja y tras el ave, un avión que se rompe en partes desiguales; comprenderás que eres esquizofrénica y todo tendrá sentido en tu nueva vida de ladrillos con recuadros naranja. El piercing brutal de 2 putitas avisará sobre tu residencia en La Habana, allá todos van a curarse. El hombre de las postales oficiará en tu nombre un almuerzo dominguero, luego que digas al mártir moderno que puede morir en paz pues no sabe perdonar debido a un problema físico que desconecta su cerebro de una glándula cuyo nombre no recuerdo porque todo ha sido un sueño.
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