Introducción
El presente trabajo se propondrá elaborar un análisis tanto de la obra literaria, como de su homónimo cinematográfico, “Fahrenheit 451”, intentando describir y analizar las distintas partes que las componen y proponer una hipótesis acerca de la relación que se establece, en ambas obras, entre el discurso artístico y la historia representada, que permita establecer una relación entre ambas obras.
La hipótesis que se propone será la siguiente:
Tanto Ray Bradbury como François Truffaut elaboran el relato de una historia en relación con una instancia que se clasificara, momentáneamente, de “comentadora”, a partir del uso de la metáfora en el primero y del suspense en el segundo.
Desarrollo
“Fahrenheit 451”, por Ray Bradbury
Ciencia Ficción o Ficción científica
El diccionario enciclopédico Salvat dice que “(…) a las obras de ciencia ficción se les da también el nombre de <genero de anticipación> para destacar el hecho de que en ellas la imaginación se adelanta a la propia ciencia, aunque sea necesaria una cimentación científica capaz de otorgar plausibilidad a la materia narrativa” (1995:886), pero a su vez, unas paginas mas atrás, al detallar algunas de las características personales de Ray Bradbury, lo describe como un “Autor de novelas y relatos de ciencia ficción, genero al que ha dado dignidad literaria (…)” (1995:579)
A partir de la confluencia de dos definiciones se podría establecer una pequeña y parcial hipótesis:
En las obras de ciencia ficción de Ray Bradbury se presenta un “(…) Mundo posible (que) representa una fase futura del mundo real presente” o Metatopía o Metacronía (Eco, 1994:22), que fue creado no solo a partir de cimientos científicos sino a partir de una materia narrativa que goza de dignidad literaria.
Quizás sea a partir de esta modificación establecida con la aparición de las obras de Ray Bradbury, que puede explicarse el establecimiento de la, cada vez más común, denominación, “ficción científica”. ¿Por qué modificar un nombre tan convencional y establecido como “ciencia ficción”? Quizás, para reestablecer y reorganizar el nivel jerárquico en que se encuentran la ficción y las teorías científicas dentro de la obra artística.
Según esta hipótesis, Bradbury, no dejaría, el rumbo de su discurso literario, en manos, solamente, de la creación de un mundo que permita a los espectadores entrar en, una suerte de, estado de catarsis a partir de la confrontación del mundo creado con el suyo, sino también a partir de otros medios literarios.
Mundo de la historia, mundo metafórico
Si bien, ciertas confrontaciones que permite el mundo metacrónico o metatópico construido por Bradbury, logran a llamar poderosa y alarmantemente la atención sobre la posible evolución del mundo en que vivimos, el golpe más fuerte sobre el espectador, se dará a partir de otro mundo, el mundo de la metáfora. Un mundo que establecerá las características y juzgara a cada elemento que aparezca en la historia.
A grandes rasgos, la metáfora puede definirse como una figura retórica que reemplaza al objeto que quiere representar a partir de una similitud entre ambas formas. A partir de esta figura retórica se puede reflexionar sobre la relación que se establece entre ambos elementos.
Ahora bien, comúnmente, la metáfora se utiliza para pequeñas, momentáneas y circunstanciales significaciones. En el caso de Bradbury, esto no sucederá de esa manera. Bradbury establecerá relaciones entre elementos pero de una forma constante durante todo el relato conformando un mundo coherente de elementos y estableciendo juicios a partir de dos grades polos, el del bien y el del mal.
En el polo del bien se podrían ubicar a Montag, Clarisse, Faber y a los habitantes de los campamentos ambulantes, mientras que en el del mal se encontrarían, Mildred, Beatty, Black, el sabueso mecánico, los helicópteros que buscan a Montag y el resto de los bomberos (obviamente descontando a Montag)
A nivel metafórico, el polo del bien se caracterizara por la utilización de los colores blancos o claros y luminosos (el nombre mismo de Clarisse remite a la claridad, además que su rostro es descrito como “blanco como la leche”, se mirada como pálida, y se vestido será, obviamente, blanco (Bradbury, 2003:15)), el agua (Montag (bombero) mas Faber (sabio), serian el fuego mas el agua. (Bradbury, 2003:113)) y otras descripciones que tienden a una sensación “agradable” (Los libros rotos son descritos así “(…) en el suelo las cubiertas desgarradas y esparcidas como plumas de cisnes (…)” (Bradbury, 2003:127) y los ojos de Clarisse son descriptos como si (…) fuesen dos milagrosos pedacitos de ámbar violeta (…)” (Bradbury, 2003:17))
El polo del mal es aun mas explicito. Las metáforas a partir de animales son las más comunes. Beatty es descrito: como un murciélago enorme, por su capa negra (Bradbury, 2003:120) y como un monstruoso caracol negro. Los bomberos como arañas (Bradbury, 2003:121) y como una tela negra metálica en contraposición al roce de las alas de una mariposa (Bradbury, 2003:126), los helicópteros que persiguen a Montag son una nube de insectos, el sabueso mecánico “(…) una gigantesca abeja que regresaba a la colmena desde algun campo donde la miel esta llena de salvaje veneno (…) (Bradbury, 2003:34), el elemento de los operarios para sacar la sangre de Mildred como una serpiente y como un taladro (Bradbury, 2003:24) y el vehículo que usaban los bomberos para transportarse como un dragón gaseoso que cobraba vida (Bradbury, 2003:120) La oscuridad se encuentra presente constantemente en Mildred (Dos pequeñas lunas miraron a Montag en la oscuridad (Bradbury, 2003:23)) y en el nombre de Black.
En su texto “La temperatura en la que arden las ideas” Mónica Gruber ya proponía la posible lectura de “Fahrenheit 451” a partir de su plano simbólico y proponía dos polos que se organizaban a partir de la ignorancia y el conocimiento.
El mundo metafórico propuesto por Bradbury se asemeja bastante a la función que cumple el mundo de las fábulas de Esopo ya que si bien se trata de un mundo estructuralmente distinto al nuestro, establece paralelos con elementos de nuestro mundo y permite una reflexión sobre el.
“Fahrenheit 451” por François Truffaut
Decisiones transpositivas
Si bien puede considerarse que Bradbury toma decisiones transpositivas con respecto a la relación que se establece entre el mundo real y su transposición a la literatura, decisión de crear un mundo metacrónico o metatópico y un mundo alotópico o metafórico, el que carga con el fardo de las decisiones transpositivas será Truffaut ya que al dirigir su película se deberá enfrentar a una obra con una estructura cerrada a la que deberá transponer, no solo a un nuevo formato sino también, a un nuevo tipo de lenguaje, el cinematográfico.
Con respecto al mundo metacrónico o metatópico establecido por Bradbury, en Truffaut, no solo puede afirmarse que no se mantiene sino que podría decirse que se produce un intento por explicitar la negación de este mundo.
Mónica Gruber dice sobre el film de Truffaut “(…) el film manifiesta una ambientación contemporánea (…) contra la imagen futurista que presenta el relato de Bradbury (…) debido a la inclusión de algunos aparatos antiguos (…)” (Gruber, 2002:50) pero se podría incluso afirmar que Truffaut establece el choque de elementos futuristas con contemporáneos para reafirmar y explicitar su decisión. El cuartel de bomberos presenta una sala de aspecto moderno en contraposición a las aulas con pizarrones y bancos similares a los de la actualidad. La ciudad tiene casas de estilo más bien antiguo en contraposición a la modernidad del metro en el que se transportan. Esta negación de los aspectos más científicos de la obra de Bradbury se ve reafirmada en un desinterés en algunos de los temas propuestos por el último. Si, en Bradbury se reflexionaba sobre las consecuencias de una sociedad sin la posibilidad de lectura, en Truffaut se criticara directamente a la sociedad francesa de los 60, a la persecución de los intelectuales y a la gente “con pelo largo”. Pareciera como si Bradbury hiciera una propuesta sociológica mientras que Truffaut hiciera una crítica política.
A su vez, otra negación de Truffaut es la del mundo metafórico. Casi todos los elementos con función metafórica propuestos por Bradbury no se encuentran en el film de Truffaut. Incluso los nombres de Clarisse y Black han sido removidos en la transposición.
Cabe aclarar que el establecimiento de un mundo metafórico a nivel cinematográfico no es para nada imposible, pero como se vera mas adelante, Truffaut propondra otro tipo de instancia comentadora distinta al mundo metafórico de Bradbury.
Suspense
En el libro “El cine según Hitchcock”, Hitchcock, entre otras cosas, explica algunas características del suspense: “(…) las emociones son un ingrediente necesario del suspense. (…) En la situación clásica de la bomba que estallara a una hora dada, es el miedo, el temor por alguien, y este miedo depende de la intensidad con que el publico se identifique con la persona en peligro.” (Hitchcock, 1992:60) y sigue “Podría ir mas lejos y decir que con la vieja situación de la bomba, convenientemente expuesta, se podría tener a un grupo de gangsters en torno a la mesa, un grupo de malvados…” (Hitchcock, 1992:60) A partir de esto, se podría concluir que el suspense ubica al espectador del lado de quien el director del film desee. Este, a partir de la disposición del suspense, creara bandos.
Si se quiere un bando del bien, con el cual se identificara el espectador y un bando del mal, el cual el espectador desea que fracase.
Es a partir de esta técnica que Truffaut “reemplaza” el mundo de la metáfora propuesto por Bradbury.
El suspense es creado por Truffaut a partir de una combinación de música y montaje. Lo que hace es plantear una situación dramática en la que alguien, con el cual se identifica el actor, se encuentra en cierta clase de peligro con respecto a algo o alguien. A partir de esta situación, la música estimula en gran medida el nerviosismo que produce la situación mencionada y los cortes producidos por el montaje generan la posibilidad de mostrar la posición de los distintos individuos o cosas que participan de la situación de forma mucho mas efectiva que lo que lo podría hacerlo un plano general.
De esta forma, Truffaut, identifica constantemente al espectador con el personaje de Montag y lo pone constantemente en peligros con respecto a otros personajes , reafirmando posturas. Esto generara que el espectador tome una postura con respecto a las acciones de Montag y una con respecto a las acciones de sus contrarios. Si Montag lee un libro y su mujer lo puede descubrir, el suspense indicara lo que el espectador debe sentir con respecto a Montag y con respecto a los libros, si Montag entra sin permiso a la oficina de Beatty y este puede descubrirlo, pasara lo mismo nuevamente y si Montag intenta escapar luego de matar a Beatty, el espectador deseara que este logre su cometido. Esta identificación con el personaje y por lo tanto con las acciones del mismo genera el mismo efecto que el mundo metafórico de Bradbury. Comentara y dirigirá la atención del público.
Bibliografía
Bradbury, Ray, Fahrenheit 451, Plaza y Janés, Barcelona, 2003.
Eco, Humberto, “Una (utópica) en Link Escalera al cielo: utopía y ciencia ficción, Bs. As., La Marca, 1994.
Gruber, Mónica, "La temperatura en la que arden las ideas", en La literatura en el teatro y en el cine, Bs. As., FADU, 2002.
Truffaut, François, El cine según Hitchcock, Bs. As., Alianza Editorial, 1992.
