De todos los poemas de Yeats, el que más recuerdo, mi preferido, es este poema corto, los Reyes Magos. Tiene algo de primigenio, de realidad fuera de la realidad, de atemporal y hasta oscuro. No lo comprendo. Lo disfruto. Navego por su, insondable para mí, interior.
Los Reyes Magos
Ahora, como siempre, los veo imaginándolos
con vivas sayas tiesas, pálidos e insatisfechos,
en un visto y no visto en el azul del cielo,
con sus antiguos rostros cual piedras en la lluvia,
y sus yelmos de plata, uno al lado del otro,
y sus ojos muy fijos, esperando de nuevo
hallar -insatisfechos del turbulento Gólgota-
el misterio indomable sobre el suelo bestial.
Ahora, como siempre, los veo imaginándolos
con vivas sayas tiesas, pálidos e insatisfechos,
en un visto y no visto en el azul del cielo,
con sus antiguos rostros cual piedras en la lluvia,
y sus yelmos de plata, uno al lado del otro,
y sus ojos muy fijos, esperando de nuevo
hallar -insatisfechos del turbulento Gólgota-
el misterio indomable sobre el suelo bestial.
The Magi
Now as at all times I can see in the mind's eye,
In their stiff, painted clothes, the pale unsatisfied ones
Appear and disappear in the blue depths of the sky
With all their ancient faces like rain-beaten stones,
And all their helms of silver hovering side by side,
And all their eyes still fixed, hoping to find once more,
Being by Calvary's turbulence unsatisfied,
The uncontrollable mystery on the bestial floor.