François de Nome fue un pintor francés del período barroco. Nacido en Metz en la región de Lorraine, en 1593, y luego trasladado a Roma en 1602, donde trabajó en el taller de Balthasar Lawars hasta alrededor de 1610 después lo cual, se muda a Nápoles.
Hasta mediados del Siglo XX se creía que las obras de de Nome pertenecían a "Monsù Desiderio", nombre antiguo dado a un artista que ha pintado escenas de arquitectura con un estilo distintivo en Nápoles a principios del siglo XVII. El término Monsù (variación de la palabra monsieur) fue utilizado a menudo por los historiadores napolitanos para denotar un pintor de origen extranjero e imaginario. Sin Embargo las obras anteriormente atribuidas a "Desiderio" se han identificado como el trabajo de un mínimo de tres artistas: De Nome, Didier Barra (quien también era de Metz) y un tercero, aún sin nombre.
Hasta mediados del Siglo XX se creía que las obras de de Nome pertenecían a "Monsù Desiderio", nombre antiguo dado a un artista que ha pintado escenas de arquitectura con un estilo distintivo en Nápoles a principios del siglo XVII. El término Monsù (variación de la palabra monsieur) fue utilizado a menudo por los historiadores napolitanos para denotar un pintor de origen extranjero e imaginario. Sin Embargo las obras anteriormente atribuidas a "Desiderio" se han identificado como el trabajo de un mínimo de tres artistas: De Nome, Didier Barra (quien también era de Metz) y un tercero, aún sin nombre.
Las obras de Nome fueron descritas por el hisotirador alemán Rudolf Wittkower como "pinturas extrañas y fantasmagóricas de la arquitectura que a menudo se desmoronan"
Los temas son, típicamente ruinas decrépitas o edificios estériles en un casi surrealista, paisaje post- apocalíptico. Las personas son diminutas figuras, cielos nublados, tonalidades de tierra, y bordes indistintos. Un dato interesante es su descripción de la Piazza di San Marco, correctamente poblada por las estructuras adecuadas, pero los detalles son inventados
Su estilo no fue muy influyente para los pintores italianos de paisajes (Vedutismo) en el próximo siglo, con la excepción quizás de Alessandro Magnasco. Sin embargo, las representaciones de la vida silvestre de pesadilla en medio de los restos de la civilización era una temática adoptada por pintores como Salvatore Rosa y Miguel Ángel Cerquozzi, y vuelve a aparecer en el Capriccio (monumentos caprichosos y fantásticos, ruinas o edificios) de Piranesi.
Su estilo no fue muy influyente para los pintores italianos de paisajes (Vedutismo) en el próximo siglo, con la excepción quizás de Alessandro Magnasco. Sin embargo, las representaciones de la vida silvestre de pesadilla en medio de los restos de la civilización era una temática adoptada por pintores como Salvatore Rosa y Miguel Ángel Cerquozzi, y vuelve a aparecer en el Capriccio (monumentos caprichosos y fantásticos, ruinas o edificios) de Piranesi.