Hoy quiero presentaros unas de las creaciones textiles contemporáneas más fascinantes que os podéis encontrar. Cuando los descubrí me impactaron igual que la primera vez que vi una reproducción de un cuadro de Matisse o de Klee.

Son los quilts de Gee’s Bend, cosidos por una comunidad de mujeres que viven en una pequeña y aislada zona alrededor del río Alabama, en el sur de lo Estados Unidos. Desde mediados del siglo XIX, estas mujeres, pertenecientes a la comunidad rural y descendientes de esclavos negros trabajadores del campo, han producido incontables obras de arte de patchwork que han ampliado los límites expresivos del género de las maneras más insospechadas.

La comunidad y la familia como estructuras tienen gran importancia en la actividad textil de este grupo de mujeres, transmitiéndose como una herencia, de generación en generación. Recordemos que en esa época la elaboración de quilts (colchas) respondía a una necesidad funcional, para conseguir abrigo en viviendas pobres, mal aisladas y sin calefacción. Así que esta actividad exclusivamente de mujeres contribuía al mantenimiento del hogar, pero también a su desarrollo personal, creativo y de relaciones.

Lo que más caracteriza los Quilts de Gee’s Bend desde el punto de vista estético, es la atrevida composición de sus diseños, sencillos y geométricos, que parece responder a la improvisación, y que hoy en día contemplamos como verdaderas obras de arte abstracto.

Las composiciones están en gran medida influenciadas por los materiales utilizados, provenientes todos del aprovechamiento de viejas prendas de ropa. Podemos apreciar telas de denim, probablemente de pantalones de trabajo, pana y otras telas toscas y rígidas que condicionan el tipo de diseño que se puede conseguir con ellas. Pero esa limitación no les resta un ápice de interés, sino todo lo contrario, les hace romper con los convencionalismos que el patchwork tradicional venía imponiendo tradicionalmente y buscar otras formas creativas más arriesgadas y radicales. Creo que eso es lo que les da el aspecto que hoy en día seguimos considerando tan moderno..

Debido a la pobreza que siempre atenazó a esta zona sureña y a otras colindantes, a lo largo de los años el estado implementó distintos programas de ayuda. Uno de ellos dio como resultado la creación de una cooperativa textil en 1966 en una zona cercana (Wilcox County), The Freedom Quilting Bee, que se dedicaba a crear y comercializar quilts y otras piezas textiles decorativas. Algunas quilters formaron parte de ambos grupos, otras solo de uno de ellos, pero la fuerza de este colectivo y los medios con los que contaban contribuyeron a que los quilts de Gee’s Bend fuesen conocidos y reconocidos más allá de sus fronteras.

Entraron por la puerta grande de la historia del arte (al menos del americano, que ya se sabe que historias hay muchas, y artes ni te cuento) de la mano del historiador, crítico y coleccionista William Arnett. Los quilts se exhibieron ante el gran público en una primera exposición importante Museum of Fine Arts en Houston, en 2002, a la que han seguido otras como la del Whitney Museum of American Art en Nueva York. Y, por cierto, este otoño va a tener lugar una en el Metropolitan de Nueva York que no sé qué daría yo por visitar…

Muchas de las obras que te muestro aquí corresponden a las primeras épocas. Los quilts más antiguos que se conservan se remontan a los años 20 del siglo XX, pero la tradición sigue viva y con futuro en esta pequeña población a orillas dell río Alabama, como puede ver en el siguiente vídeo.

Fuente de las imágenes

¿Qué te han parecido este tipo de creaciones? ¿Te fascinan tanto como a mí o has llegado al final del post leyendo en diagonal porque se te ha hecho un poco largo?

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Los quilts de Gee’s Bend, es un artículo publicado en el blog de Montse Llamas
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