Las palabras configuran el lenguaje; Despiertan, en una mañana lluviosa de verano, iluminando el pensamiento, construyendo mundos aleatorios.
Así como el indescriptible olor a humedad se filtra en el aire invadiendo los sentidos, las palabras van tejiendo redes neuronales para intentar expresar ese milagro.
Y yo acá, sentada, sin encontrar esa combinación de vocales y consonantes, que darán vida a tu nombre y a tu esencia; que forjarán tu personalidad y te harán único entre todos los objetos existentes.