Capítulo Tres milésimo sexcentésimo vigésimo noveno: “El que adelante no mira, atrás se queda". (Refrán castellano).
Por si alguien aún no tiene claro un destino para las vacaciones (por llamarlas de Alguna manera que más bien son días sueltos) y aprovechando que hay agencias que hacen un nosécuantosporcien de descuento si se reserva el viaje en alguna oferta trespordos, aquí va una modesta sugerencia.
En una de las impronunciables repúblicas rusas, Daguestan, capital Majachkalá, tienen por costumbre practicar un curioso -y relativamente popular- hábito: el de la "hospitalidad sexual". Gracias a una larga (y sabia) tradición, cuando un invitado visita cualquier casa, el cabeza de familia de la misma ofrecerá sus hijas al recién llegado para uso y disfrute del mismo. Éstos pueden hacer lo que se les antoje con las muchachas, con una sola condición: que su himen se conserve intacto.
Eso sí, teniendo en cuenta que por alguna extraña razón, semejante hospitalidad estos buenos señores sólo la aplican con sus hijas (una discriminación por cuestión de sexo que roza claramente la inconstitucionalidad), mi reserva tendría que ser única y exclusivamente para hacer turismo. Una pena.... historias extra-ordinarias
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