Tres poemas de Elementos I Lo leve se deja tocar como si fuese hondo. La forma se expande y el aroma se detiene en una orilla nerviosa. Fecundado queda el sueño mientras retrocede el círculo sordo de la memoria. V Ventrílocuos somos del perfume y la luz. ¿Es el cielo promesa de inmortalidad? El pájaro no es el ala lo sé porque guardo una escalera que no