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Ava y Beatrice: la pareja lésbica de La Monja Guerrera

Ava y Beatrice son la pareja lésbica de la serie americana La Monja Guerrera (Warrior Nun). La serie tuvo dos temporadas hasta que Netflix decidió cancelarla pero ¡volverá! Aunque aún no tenemos demasiados detalles. El nombre que les han otorgado la shippers es el de Avatrice.

¿Sobre qué trata La Monja Guerrera?

Warrior Nun, titulada en español como “La Monja Guerrera” es una serie de televisión que se estrenó en Netflix el 2 de julio de 2020. La serie, que está basada en el cómic Warrior Nun Areala de Ben Dunn, toca tanto el drama como la fantasía y fue creada por Simon Barry . La serie nos cuenta la historia de una chica huérfana llamada Ava Silva que por error recibe un artefacto divino que le permite, literalmente, revivir. Esta circunstancia hace que se convierta en “La Monja Guerrera”. Originalmente, todas las monjas guerreras salían de “La Orden de la espada cruciforme”, lo de Ava ha sido una casualidad, pero para deshacerlo tendrían que matarla. Así que ahora solo tiene dos opciones, morir o pelear contra los demonios que se hallan en la tierra.

¿Quién es Ava Silva?

Les presento a Ava Silva

Ava Silva (Alba Baptista) es una chica que se quedó huérfana después de que su su madre y ella tuvieran un accidente en España. La vida de Ava a partir de ese momento se convierte en un infierno porque Ava no tiene más familiares y se queda en un orfanatorio. Pero es que además, la vida le reparte unas cartas horribles, porque a causa del accidente, Ava está cuadripléjica.

Por esta razón, toda la infancia y adolescencia de Ava ha sido horrible, así que echa mucho de menos tener las libertades que todos los demás han tenido.

¿Quien es Beatrice?

Les presento a la Hermana Beatrice lista para la acción

La Hermana Beatrice (Kristina Tonteri-Young) es una de las monjas que forman parte de la Orden de la espada cruciforme.

Beatrice es una guerrera poderosa y con mucha habilidad, pero no lo demuestra a primera vista. Es la persona encargada de crear las estrategias en el equipo gracias a su carácter reservado e intuitivo.

Para Beatrice, su misión lo es todo. Así que intenta ser muy práctica y lógica para conseguir siempre completar sus encargos con éxitos. Su devoción es tal que no le importa sacrificarse a sí misma si se requiere para conseguir sus objetivos. Por eso es una de las guerreras más valiosas de la organización. Además tiene claro que, a veces hay que perder una batalla para ganar la guerra.

Sus habilidades de combate son bastante altas, sobre todo cuando se trata de combate mano a mano. Pero además habla y escribe en múltiples lenguas, entre los que se incluyen el francés y el latín. Vamos, que es una mujer extremadamente preparada.

La historia de amor de Ava y Beatrice en la primera temporada de La Monja Guerrera

Ava y Beatrice mirándose a los ojos

Ava y Beatrice se conocen por casualidad. Ava acaba de morir y su cuerpo está descansando en unas catacumbas antes de ser enterrada. Entonces, un grupo de cuatro monjas guerreras entra en el lugar. Una llamada Shannon está gravemente herida y cuando se dan cuenta que no va a sobrevivir, el cirujano empieza el proceso de “remover el halo”. Un artefacto religioso que la monja lleva dentro de la espalda. Al final consiguen retirárselo pero al hacerlo muere en seguida.

Mientras afuera hay una pelea en la que los demonios están intentando hacerse con el halo. Los demonios se acercan y la persona que supuestamente debía recibirla está peleando, así que el cirujano decide “esconder” el halo dentro del cuerpo de Ava. Así que se lo inserta.

Ava entonces revive y de inmediato se tiene que pelear con un demonio con forma de humano, pero consigue escaparse de la iglesia. Lo siguiente que vemos es a Beatrice y las hermanas descubriendo que el “Halo” está perdido y su misión es encontrarlo y dárselo a la portadora que es Lilith.

Lo cierto es que Ava no tiene ni idea de que ha pasado pero piensa disfrutarlo a lo grande, porque ¡puede caminar! Así que decide vivir esa libertad al máximo. Mientras Beatrice está preocupadísima junto a toda la orden por haber perdido el Halo y todos están centrados en buscar a Ava para recuperarlo.

El Padre Vicente, Beatrice y Lilith secuestran a Ava

Al final consiguen dar con Ava y no le dan muchas opciones, Beatrice le inyecta un tranquilizante y la secuestran.

Ava y Beatrice se conocen por fin en el tercer episodio de la serie titulado “Efesios 6:11”. Cuando Ava despierta y sin querer las lanza a Lilith y a ella por los aires. El padre Vincent y las chicas intentan explicarle que ahora mismo ella es la portadora del Halo y que si se lo quitan morirá. Así que le toca intentar pelear con demonios para salvar el mundo. Ava flipa un poco en colores porque lo último que necesita o quiere ahora mismo es una responsabilidad.

El entrenamiento de Ava comienza inmediatamente, pero ella no se lo toma muy en serio. Algo que molesta muchísimo a la madre superiora y a Lilith, que iba a ser la portadora del Halo. Pero Ava hace migas inmediatamente con Beatrice a la hora de la comida, básicamente porque es la única que no se va de la mesa cuando ella llega. Ava le dice que nunca fue a la escuela pero siente que este es el bullying del que todos hablan y Beatrice le contesta que todas están pasando por un mal momento y ella se lo toma todo a broma. Pero el Halo no estaba simplemente allí, le pertenecía a alguien, alguien tuvo que morir para que ahora lo tenga ella.

Ava: No soy ella ¿sabes?
Beatrice: Nadie espera que lo seas.
Ava: He intentado decírselo, que yo no soy una guerrera. Ni tampoco monja. Este sitio, todo esto… no va conmigo.
Beatrice: Tampoco iba conmigo. Al principio no. Todas tenemos un pasado Ava. Secretos que son solo nuestros. Pero nada de eso importa cuando entiendes de que el mundo no gira alrededor de ti.

Ava y Beatrice hablando sobre la muerte de Ava

A Ava le cala el mensaje de Beatrice, así que cuando luego tiene un encontronazo con la madre superiora que le dice que sabe que se suicidó y que no es la persona adecuada para ser la portadora del Halo. Ava termina llorando abrazada a Beatrice. Ava le jura a Bea que ella no se suicidó. Beatrice le dice que no permita que le afecte. Que es tan solo una prueba de la madre superiora, que por algo la llaman Cruella de Jesús.

Ava: ¿Pero tú me crees?
Beatrice: Creo que eres desconsiderada y egocéntrica. Pero no mentirosa.

Beatrice le cuenta a Ava sobre su pasado

Beatrice se da cuenta de que Ava lo está pasando mal, así que se abre un poquito con ella y le cuenta que ella se metió a monja desde muy temprana edad. Que sus padres eran diplomáticos conservadores, de esos a los que les importa mucho las apariencias. Bea no seguía las reglas así que la mandaron a un internado católico.

Ava: Hay algo que no me dices.
Beatrice: Siempre hay algo más.

En el episodio número siete de la serie llamado “Efesios 4:22-24” la hermana Crimson traiciona al clan y empieza a pelearse con Beatrice. Bea es mejor guerrera que ella así que le está ganando por goleada, así que Crimson agarra una escopeta y le dispara. Entonces Ava, que todavía no tiene control de sus poderes, activa el Halo para salvarla. Así descubrimos que, cuando Ava usa todo su poder, no puede moverse y se queda indefensa.

Ava escuchando a Beatrice contar la historia

En el episodio número ocho, titulado “Proverbios 14,1”, Ava está entrenándose para traspasar una pared de piedra increíblemente grande. Es algo tremendamente peligroso porque puede quedarse atorada a media pared y morir. Al mismo tiempo, están estudiando los diarios de otras Monjas Guerreras para intentar darle a Ava todas las herramientas necesarias. Entre las páginas, Beatrice encuentra esta historia:

Beatrice: Me convertí en la Monja Guerrera en el verano de 1942, tras escapar del infierno del campo de Dachau.
Ava: ¿Cómo podía ser judía y monja?
Beatrice: Perseguían a otros por ser diferentes. No solo a los judíos. Era lesbiana.
Ava: ¡Oh por dios! Los nazis eran unos chupapollas!
Beatrice: Al volver de Francia. La madre superiora nos dijo quedaban fuera de nuestra misión. Me dijo que mi ira venía del odio y que el odio no era cosa nuestra. Pero anoche, me crucé con un grupo de oficiales nazis a las afueras de un pub. No sé lo que pensé que iba a hacer pero entré. Un teniente nazi me pidió bailar con él. Cuando me negué, me agarró de las muñecas y vio el número que me habían tatuado en Dachau. Deje que lo viera, quería que lo viera. Me miró como si fuera un bicho. “Juden” me dijo. “Nein” le respondí “Lesbich”.
Ava: (Sonriendo) Lesbich
Beatrice: Sus amigos se acercaron a mi. Saqué la espada y los maté a todos.
Ava: ¡Pues claro que sí!
Beatrice: Pero la Madre Superiora tenía razón. Cada espadazo fue un acto de odio. Odio porque hicieron que temiera ser yo misma. Me volví loca e hice que lloviera sangre hasta que el teniente nazi me apuntó con su pistola. No podía alcanzarlo. Me dijo que me llevaría de vuelta al campo. Lo que pasó después no lo puedo explicar. Al pensar en volver al campo fui más allá del miedo, del odio, del dolor. El halo emitió una luz más cegadora de la que jamás había visto. Las balas del nazi se derritieron junto a su arma, su carne y buena parte de la pared. Caí entre las ruinas del pub agotada. No entiendo qué me permitió emitir esa clase de poder. Pero en ese momento me sentí liberada, libre, por fin me sentí yo misma.

Al terminar de leer la historia, Beatrice está llorando y Ava no entiende nada, así que le pregunta que si está bien. Beatrice se enoja y le dice que el punto de la historia es que la Monja Guerrera uso su pena para proyectar el poder. Ava no entiende por qué está tan enfadada con ella y Bea se disculpa.

Beatrice le cuenta a Ava que es lesbiana

Beatrice: Toda mi vida, la gente ha intentado convertirme en algo que no soy. Hacerme normal, o al menos “aceptable”. Me hice experta en esconder muchas cosas solo para tener “valor”. Pese a mis defectos, o lo que me habían dicho que eran mis defectos. Por supuesto que intenté encajar… pero cuando te castigan solo por ser diferente empiezas a odiar lo que eres. Y lo que amas, lo que debería hacerte feliz, solo te acarrea dolor. El dolor es lo que me hizo querer ser una hermana guerrera.
Ava: No odies lo que eres. Eres hermosa. Lamento mucho tu dolor.

Igual las dos no tienen tiempo de hablar más sobre el asunto, porque se tienen que concentrar en salvar al mundo. En el final de temporada, Ava, con Beatrice guiándola, consigue entrar en las catacumbas atravesando la pared de piedra y llega hasta donde se supone que está la tumba de Adriel. Pero lo que se encuentra es a un Adriel vivito y coleando atrapado en la tumba.

Adriel quiere que Ava le devuelva el halo y le cuenta que Areala, la primera portadora en realidad le robó el halo. Ava le dice que le devolverá el halo pero entonces empieza a tener visiones de lo que pasó con Areala y a tener dudas. Así que Adriel le amenaza diciéndole que si no le devuelve el halo tendrá que tomarlo él mismo. Adriel intenta arrancarle el halo y Ava “explota de poder” y lo mantiene a raya, pero también se queda sin energía. Justo entonces Beatrice consigue llegar hasta ella y la saca de ahí.

Ava contándole la verdad de a las hermanas

Ya afuera, Ava les cuenta la verdad, que se encontró con Adriel y no es un ángel sino un demonio. También descubrimos que el padre Vicent las engañó porque estaba coludido con Adriel. La temporada termina con todas las monjas luchando con los demonios que acaba de desatar Adriel.

La historia de amor de Ava y Beatrice en la segunda temporada de La Monja Guerrera

Es fácil enamorarse de la Monja Guerrera. La parte difícil es amarla. No son tuyas nunca. Y nunca duran.

Ava y Beatriz descansando después del entrenamiento

La segunda temporada de La Monja Guerrera la comenzamos descubriendo que Ava y Beatrice están viviendo de incógnito en algún lugar de Suiza. La dos trabajan en un bar. Ava como bartender y Beatrice, como no podía ser de otra forma es la jefa, que ya sabemos que a ella se le da bien dirigir.

Ya desde el primer episodio de la segunda temporada tenemos momentos Avatrice, porque Ava conoce a un chico llamado Miguel y a Bea eso no le hace nada de ilusión. Así que la manda llamar para recordarle que tienen que tener un perfil bajo, nadie puede enterarse de que ella es La Monja Guerrera.

Ava dándole un beso a Beatriz

Igual Alba resuelve rápidamente el tema dándole un beso y dejándola en estado de gay panic. A medida que pasa el episodio descubrimos que, durante todo este tiempo, Bea está entrenando a Ava para que esté lista cuando llegue el momento de luchar contra Adriel. Ava se siente culpable por el tema de Adriel, por eso se está juntando con Miguel, que está luchando también contra los seguidores de Adriel en una especie de rebelión local. Pero Bea de momento mira los toros desde la barrera.

De vuelta en el bar, Ava le cuenta los planes de Miguel a Beatrice y descubre que la monja nunca ha bebido. Así que Ava decide que parte de su misión es conseguir emborracharla por primera vez. Y unas cuantas copas después nos las encontramos a las dos bailando contentísimas y a a Ava viendo a Beatrice con ojos del amor.

Ava y Beatriz bailando juntas

Ya por la madrugada, las dos salen del bar y se topan con Miguel que le cuenta a Ava que los Samaritanos van a entran en una sede de los seguidores de Adriel. Ava quiere ir, pero Beatrice, que está celosa de Miguel dice que no. Al final Ava la termina convenciendo. Igual Bea aprovecha el viaje para intentar interrogar a Miguel, pero el hombre esquiva preguntas como si no hubiera mañana.

Los tres llegan a una especie de campo donde los seguidores están rezando frente a una especie de cruz muy rara que produce una plaga de langostas. ¡Raro! Cuando salen de ahí paran en una gasolinera cuando se quedan a solas las dos discuten porque Ava quiere volver a resolver el tema de las plagas bíblicas y Beatrice piensa que aún no está lista.

Beatrice: La madre superiora me hizo prometer que te prepararía para la lucha contra Adriel. Y lo siento Ava, pero no estás lista.
Ava: ¿Qué? ¡Y una mierda! Me he estado entrenando muchísimo. ¿Quién eres tú para decirme que no estoy lista.
Beatrice: Soy tu mejor amiga, no quiero verte morir.

Miguel, Ava y Beatriz discutiendo

Ava cede, pero piensa que deben seguir trabajando con Los Samaritanos. Bea siente que detrás de los Samaritanos hay una buena idea, pero no los conocen lo suficiente como para confiar en ellos. Así que hay que mantenerse al margen y seguir entrenando.

Ava: No puedo quedarme simplemente mirando Bea.
Beatrice: ¿Por qué? ¿Por la misión o porque Miguel está de buen ver?
Ava: ¡Porque le apasiona la causa! Porque está luchando.
Beatrice: ¿Y eso es todo?
Ava: Claro. “Está de buen ver” ¿Vives en los setentas?

Por la tarde las cosas entre ellas están raras. Así que Ava está por un lado trabajando y Beatrice por las mesas mirándola preocupada. En estas están cuando una chica se acerca a Beatrice y le dice que la lleva viendo mirar a Ava 20 minutos. Le dice que algo debe querer. Beatrice le responde que quiere que la escuche por una vez en su vida y la morena la contesta que ella “tiene una amiga así”.

Beatrice hablando con otra chica en el bar

Beatrice: ¿Y cómo lo llevas?
Chica: Le dejo muy claro que no es la única amiga que tengo en el mundo.
Beatrice: ¿Y qué pasa si es la única amiga?
Chica: Pobrecita… Te estas conteniendo.
Beatrice: Sí, eso es dolorosamente cierto.
Chica: Eres un misterio, un laberinto. Paredes sobre paredes y en el centro un incendio que arde para liberarse.

Ava muriéndose de celos por ver a Beatrice hablando con otra chica

Ava lo está pasando francamente mal mirando todo desde la barra. Se la están comiendo los celos porque hasta ahora, no había visto a nadie interesarse por Beatrice y está clarísimo que esta chica está interesada. Así que, por una vez, le toca a ella pensar que pueden comerle el mandado si no se pone las pilas.

Por eso cuando Miguel llega a decirle que tienen a un enemigo para interrogar, de inmediato está por la labor porque de paso se puede llevar a Beatrice.

Cuando llegan al lugar empiezan a interrogar al seguidor y se dan cuenta de que está poseído y el demonio intenta meterse dentro de Beatrice. Así que a Ava no le queda de otra que usar el Halo y “revelarse” enfrente de Miguel.

Ya en la casa, Beatrice está enfadada porque ahora tienen que volver a huir, así que está empacando todas sus cosas. Ava le dice que no pueden irse sin más.

Ava y Beatrice discutiendo

Ava: Tendría que haberte escuchado.
Beatrice: No podemos cambiar lo que ha pasado, solo lo que va a pasar.
Ava: Bea… lo siento.
Beatrice: ¿De verdad? Porque decir lo siento indica arrepentimiento. Y la gente que se arrepiente tiende a intentar no volver a repetir sus errores. Pero tu…
Ava: ¿Qué?
Beatrice: ¡Tú siempre haces lo que quieres! ¡Dejas que tus emociones te pongan en peligro y nos arrastras a todos, a todo el mundo contigo.
Ava: ¡Pues perdóname joder! Yo no pedí quedarme paralítica. No pedí morir. ¡Y ciertamente no pedí que me metieran el halo de un ángel en la espalda para luchar contra demonios que son enemigos de la iglesia católica! ¿Piensas que esto es fácil para mi? ¿Piensas que tengo claras mis elecciones? ¡Lo hago lo mejor que puedo!

A Ava le da un ataque de pánico porque toda la situación empieza a superarla, así que Beatrice cambia el chip inmediatamente. Pasa de estar enojada a preocuparse y sentirse culpable.

Ava y Beatrice reconciliándose

Beatrice: Ava…
Ava: Lo siento.
Beatrice: No, yo lo siento. Por todo. Yo me he entrenado toda la vida para esto y algunas veces se me olvida que tú no. Es mi tarea acompañarte a través de esta misión.
Ava: ¿Solo tu tarea?
Beatrice: Bueno, y mi placer.

El momento se rompe porque les llega la noticia de que Mary ha muerto y las dos quedan destrozadas por la noticia. Así que las dos deciden regresar a España para encontrarse con la Madre Superiora. Después de una pelea, las dos consiguen encontrarse con la Superiora y Jazmine que están acompañadas de una nueva monja llamada Jazmine, cuya misión era contarle a Ava que existe un artefacto que la puede ayudar a vencer a Adriel: La corona de espinas. Así que de inmediato se organiza una misión para recuperarla.

Las cosas salen mal porque es una corona falsa, todo era una trampa porque la verdadera corona la tenía el Padre Vicente y la utiliza en Ava para secuestrarla. Vicente quiere que Ava se pase al lado oscuro, pero ella se niega y consigue escapar gracias a que Miguel aparece y lucha con ella.

Beatrice consigue llegar a Vicente tiempo después, pero Ava ya no está ahí. Así que secuestran ellas a Vicente y salen huyendo.

Ava por su parte está con Miguel y no entiende que hace ahí y cómo llegó. Pero luego se distrae porque los seguidores de Adriel llevan máscaras de gas. Vamos, que se viene otra plaga así que Ava decide que va a ir a por ellos.

De repente la ciudad se inunda de una especie de niebla que produce que la gente vea visiones. Una de las que está afectada es Beatrice, que ve a una Ava oscura diciéndole que no tiene caso que se esconda porque ella sabe lo que es. Beatrice cae por un mini segundo, pero de inmediato se recompone y se da cuenta que es una visión. Al final consigue llegar hasta la iglesia donde están también Ava y Miguel. Hay una especie de ceremonia en la que “bautizan” a la gente y en realidad se le mete un demonio.

Miguel se ofrece como conejillo de indias, pero cuando el demonio intenta meterse en él explota. Así que tiene Divinium en su interior de alguna manera. Al final, pelea de por media consiguen escapar.

En el quinto episodio tenemos una escena muy importante entre Camila y Beatrice. Camila está mal porque acaban de descubrir le han inyectado un artefacto que hace que se conecte con Adriel. Así que Beatrice le dice que está ahí para apoyarla.

Camila: Beatrice… yo también estoy para apoyarte. Beatrice: ¿Qué quieres decir? Camila: Creo que ya lo sabes. Beatrice: No estoy segura. Camila: Ava y tú. Beatrice: Es un malentendido. Es mi deber preocuparme por la monja guerrera y su seguridad. No hay nada más. Camila: No debe darte vergüenza. Es fácil enamorarse de la Monja Guerrera. La parte difícil es amarla. No son tuyas nunca. Y nunca duran.

En ese mismo episodio, Adriel planifica un atentado contra el Papa y solo la acción de la Madre Superiora y las Monjas Guerreras puede salvarlo. Beatrice y Miguel son los encargados de sacar a todo el mundo y Ava de distraerlos. El Papa decide entregarse para salvar a los demás y todo el mundo llega a salir excepto Ava que no está en ninguna parte. De repente todos miran hacía arriba y ven a Ava que ha usado el halo para atravesar una pared, pero no se ha dado cuenta que del otro lado estaba el vacío. En un primer momento se sostiene en el aire, pero entonces se le acaba el poder al halo y cae en picado contra el suelo.

El golpe la mata y Beatrice se abraza a su cuerpo inerte llorando. Tiene la cabeza abierta. Vamos, que no hay manera de que haya podido sobrevivir a algo así. Pero entonces el Halo vuelve a funcionar y Ava vuelve a la vida.

Beatrice: ¡Ava noooo! Por favor, sé que el mundo es duro e implacable y que las Monjas Guerreras se mueren. Pero por favor no me dejes. No quiero que te mueras.
Ava: ¿Sabes qué? Yo tampoco quiero. No pueden ganarnos Bea, no si estamos juntas.
Beatrice: Lo sé.

Ava volviendo a la vida gracias al Halo

En el sexto episodio de la serie descubrimos que Miguel está destinado a morir para matar a Adriel. Su cuerpo es una especie de bomba llena de Divinium y Ava tiene que explotarlo. El único fallo del plan es que los dos tienen que morir en el proceso. Bea escucha desde la puerta toda la conversación y no le hace la más mínima gracia la idea.

Entonces ponen en marcha otro plan, descubrir a Adriel ante el gran público. Porque hasta el momento todo el mundo cree que es Jesús, así que van a intentar desenmascararlo en uno de sus eventos en vivo usando la corona de espinas. Pero todo sale mal y el Papa termina convertido literalmente en cenizas.

Lo único bueno es que en medio de la conmoción, Camila distrae a Adriel con su conexión y Ava tiene oportunidad de acercarse a ponerle la corona. Pero justo cuando está a punto de hacerlo Lilith la interrumpe. Miguel entonces decide que su plan es el bueno y se prepara para explotarse.

Ava está a punto de explotarlo cuando Beatrice la taclea para impedirlo. Entonces pierden el momento y La Corona de Espinas, pero por lo menos consiguen escapar cuando llegan nuevas hermanas de refuerzo.

Cuando Beatrice llega al cuartel se encuentra que la Madre Superiora, que estaba protegiendo al máquina que permite viajar entre mundos, ha muerto. Ava, de manera milagrosa consigue revivirla con el halo. Pero las cosas van de mal en peor porque Camila y Jazmín han sido capturadas y Beatrice empieza a sentir que su fe se quebranta. Por primera vez siente que ha fallado. Ha puesto sus sentimientos por Ava por delante de la misión y el mundo puede irse al garete por no permitir que Ava matara a Adriel.

Ava le pide a Beatrice que se marche con ella

Beatrice: Dejé que las emociones me cegaran.
Ava: Me salvaste la vida.
Beatrice: Si hubiera salvado la corona no hubiera pasado esto y a lo mejor Camilla y Jazmine estarían con nosotras.
Ava: Quieres decir que si yo hubiera muerto todas las demás hubieran vivido.
Beatrice: Digo que a lo mejor solo estamos retrasando lo inevitable.
Ava: No, la Beatrice que conozco nunca deja de luchar. Nunca pierde la esperanza.
Beatrice: No…nunca antes lo había hecho.
Ava: Dijiste que lo detendríamos a nuestra manera. ¡Que siempre había algo más que hacer!
Beatrice: ¡No hay nada que puedas hacer! Vete. Escóndete.
Ava: ¿Estás de broma?
Beatrice: Ahora la única prioridad es mantener el Halo fuera de las manos de Adriel. A toda costa.
Ava: Si me fuera… ¿vendrías conmigo? Podríamos volver a los Alpes. Al bar con Hans y los clientes habituales. Podrías enseñarme a bailar y yo te enseñaría a beber.
Beatrice: No. No puedo.

Luego, un Vicente que quiere redimirse por sus pecados le pide a Ava que use el divinium de su cuerpo para comunicarse con Adriel. Y así Ava le amenaza y le dice que irá a por él. Luego se pone la corona de espinas (que él se había robado) mientras él la cuida. Beatrice estaba a punto de matarlo pero justo entonces Ava se despierta y se quita la corona.

Ava les dice a todos que cuando estaba en el otro lado entendió lo que tenía que hacer para vencer a Adriel, pero no les dice qué es. Luego, cuando ella y Miguel tienen un momento a solas, le dice que tienen que seguir con el plan de la bomba, pero que no le pueden decir a nadie y sobre todo, que Beatrice no puede enterarse.

Luego reúne a todo el mundo para hacer un plan. Ariel está usando las oraciones de la gente para traer los demonios a la tierra. Así que harán dos grupos. Uno irá por el arca y otros por la cruz. Así quedan, pero Beatrice se queda al final para decirle a la madre superiora que sospecha que Ava les está ocultando algo. La madre superiora le dice que tiene la misma impresión, que le recuerda Shannon antes de morir. Así que las dos deciden que la vigilarán.

Ava está escribiéndole una carta de despedida a Beatrice cuando la Madre Superiora llega a hablar con ella. Ava está claramente afectada.

Madre Superiora: ¿Estás preocupada hija mía?
Ava: Estoy abrumada… de gratitud. A veces la simple verdad de estar viva me emociona. Verá… me estoy recordando a mí mi



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