Hoy, mientras recogía mis cosas de tu Casa, llamó tristemente mi atención cómo estos 3 años de convivencia itinerante en tu casa cupo en un par de bolsas no muy llenas... Fue fácil tomar mis cosas,  sin decidir,  sin preguntar,  y sólo quedó un cajón vacío, ese en el que se habían ocultado todo este tiempo, ese que cariñosamente me cediste para no incomodarte al ocuparte espacios en tu desorden.

No había un Nosotros,  no había un nuestro. Era mío o era tuyo,  pero no de los dos.

No sé si fue por ti, o fue por mi, o fuimos los dos.  No sé si no quisiste dejarme entrar Realmente, o si yo me mantuve en mi típica autoexclusión,  o si Ninguno propició algo más en el otro, porque ninguno confió realmente en que sí éramos para siempre.... O lr dejamos rl trabajo al destino... o ninguno quiso algo tan grande con el otro....  Sólo sé que no había un nosotros....