Yo soy progresista. Tengo la firme opinión de que las costumbres no valen más necesariamente porque lleven años en nuestras vidas. Como, por ejemplo, las corridas de toros o los señores bajitos canosos que han estado varios lustros en internet diciendo que saben más que tú. Ya escribí en uno de mis artículos favoritos sobre cómo el valor de ‘guardián de las tradiciones’ tiende a devenir en