"Muerte y Vida", Gustav Klimt
Cuando un poeta se acaba
se acaba para siempre
se acaba para nunca
Nadie lo habría esperado
Pero tampoco es sorpresa
Que un poeta se acabe
Y se acaba no más
Poco a poco y también
de la noche a la mañana
No es tan grave
No es irreparable
Es sólo que se acaba
Qué mas da
otra ventana
que se ciega al griterío
Cuando un poeta se acaba
no se despide de nadie
Ya lo hizo en cada verso
No hay alas grandes como remos
Todos los días caen jueves
Todos los huesos son húmeros
No hay París con aguacero
Ni gente interesada
en darle duro con un palo
Y no hay nada más que decir
Los poetas se acaban
de adentro hacia afuera
No es tan grave
No es irreparable
Es sólo que se acaban
Qué mas da
Otra ventana
que se ciega al griterío