François Couperin 1668- 1733
Je suis François Couperin
Nací entre claves , laúdes y arpas
1668
300 años antes de tu nombre
Me llamaron “Couperin el grande”
para distinguirme de mi padre
mis tíos
mis hijos
cadencia de nuestras letras
enhebradas a siglos y bemoles
Escribí para la Iglesia
los señores y el futuro
Bach observó mi trabajo
Debussy y Albéniz me entendieron
Dieron voz al camino
Las viñas
El caserío
Las barricadas
Puse en música las travesuras de una Borbón
Presidí la Cámara del Rey Sol
Desplegué mi clave entre hijos de la viuda
Aquellos leales a los Estuardo
Católicos buscando alianzas escocesas
Recordando sus antiguas danzas
Elevado a otro plano
Lancé al vuelo mis abejas
Laborioso zumbar de las ideas
Luminosas masonas adoptivas
Espíritus de elegancia y belleza
Sabio mallete de La Duquesa
Sus ojos aún siembran mi alegría
En esas jornadas comprendí el arte
Subí las gradas y vi en mi interior al Lucero
Dejé ese sello en “La visionaria”
Armadura de tres bemoles
Tres mis acordes de apertura
Órdenes como categorías de mis piezas
Mi logia en el castillo de Saint German en Laÿe
Je suis François Couperin
Ravel sembró sobre mi tumba
Mi suite para violoncello ha cuajado en las estrellas
Me gusta acariciar mentes de otros siglos
Compartir mi paz
Expresar la luz
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Sostener la armonía
Se estima que François Couperin compuso « La Visionnaire », hacia 1690, lo que denota su incorporación a la francmasonería estuardiana con mucha antelación a la fundación de la Gran Logia de Londres en 1717.