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Para nadie es un secreto que el ritmo de vida actual es mucho más acelerado que el de hace algunas décadas, con obligaciones que incluyen jornadas laborales extensas, responsabilidades en el hogar y con los niños, haciendo que muchas veces las personas descuiden su salud dando paso a que se presenten algunos signos en su cuerpo, como las temidas arrugas.
Entre los principales factores que pueden acelerar el Envejecimiento se encuentran:
Descuidos de la piel
Una vez cumplidos los 25 años la producción de colágeno en el organismo empieza a descender. De hecho, se calcula que en los 40 esta apenas alcanza la mitad que en la etapa de la adolescencia. Esta proteína entre otras cosas aporta firmeza y elasticidad a la piel, entre otras cosas.
Así pues, al haber menos colágeno se hace necesario que las personas opten por alternativas para aportar esta pérdida, que puede ir de la mano del uso de productos como cremas hidratantes.
En la actualidad es posible encontrar una amplia variedad de cremas y lociones con funciones específicas, incluso algunas con fórmulas enriquecidas, siempre con opciones para cada tipo de piel.
Exposición al sol
Hay que recordar que la piel del rostro es mucho más sensible y delicada que la del resto del cuerpo. De hecho, es sumamente delgada, de ahí que sea de las primeras zonas donde el envejecimiento empieza a notarse con las arrugas y las líneas de expresión.
En el caso de las mujeres estas empiezan a notarse después de los 30 años, mientras que en el caso de los hombres alrededor de los 45.
El sol y los rayos ultravioletas son sumamente dañinos para la buena salud de la piel, de ahí que generen manchas y otras imperfecciones. Es necesario aplicar bloqueador solar como parte de la rutina diaria antes de salir de casa, aún y en día de invierno y lluvia.
Mala alimentación
Diversos estudios han determinado que el envejecimiento depende en 25? la genética y el 75% restante de los hábitos de cada uno, de allí que sea tan importante que estos sean saludables.
Bien decían las abuelas que somos lo que comemos. Cuando se lleva una dieta rica en alimentos altamente procesados, comida chatarra, refrescos y bebidas alcohólicas, los resultados no pueden ser otros que sobrepeso y enfermedades degenerativas.
El organismo requiere de vitaminas y minerales para poder desarrollar gran parte de sus funciones, mismos que en su mayoría obtiene a partir de los alimentos. Por esta razón, cuando la dieta no resulta saludable, su trabajo empieza a decaer y los cambios físicos a presentarse.
El tabaco
A pesar de que en la actualidad esta práctica ya no es tan común como lo fuera unas cuantas décadas atrás, el tabaco sigue siendo un mal para la sociedad, causando miles de enfermedades al año.
El cigarro hace daño especial en la piel, pues la llena de toxinas y la reseca. La nicotina se es absorbida e ingresa en el organismo mediante la circulación, llegando a todos los rincones del cuerpo, sin dejar de lado la que queda depositada en los pulmones.
Físicamente el tabaco causa arrugas, cambio de tono en la piel, daño en los dientes y manchas en las manos, entre otros efectos. Los fumadores tienden a demostrar muchos más años de los que en realidad tienen.
El estrés
Por último, pero no menos importante, está el estrés. El ritmo de vida actual de muchos hace que este se acumule y cree tensión en el organismo, pero su daño es aún mayor.
El estrés puede acelerar la presencia de los radicales libres, quienes son los responsables de la oxidación de las células, que a su vez provoca el envejecimiento prematuro.
Los especialistas recomiendan poder realizar actividades físicas que permitan drenarlo, desde deportes o terapias alternativas.
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