En su artículo del 7 de agosto, “Una herramienta astronómica para desbloquear un mundo maravilloso”, Joel Achenbach hizo una de las Preguntas más fundamentales: ¿Por qué hay algo en lugar de nada? ¿Es “nada” posible? Aunque el Telescopio Espacial James Webb no puede responder a tales preguntas, hace algo diferente. El telescopio inspira preguntas. Aquí hay algunos.
Si el tiempo comenzó en el Big Bang, ¿tiene sentido preguntar qué precedió a este evento inicial? ¿Es concebible que el universo esté hecho a sí mismo en lugar de ser causado por un Creador trascendente? Si la Raza Humana es la única forma de vida consciente y altamente inteligente, ¿por qué vivimos solos en un universo tan masivo? Si hay formas de vida alienígenas inteligentes, ¿cómo podría eso afectar nuestro sentido de ser y propósito excepcionales, especialmente si las historias de origen extraterrestre comenzaron millones de años antes de nuestras vidas, haciéndolas inimaginablemente avanzadas? La llamada materia oscura y energía oscura que la componen 95 por ciento ¿Universo? La raza humana se extinguirá debido a un evento cósmico: nuestro sol se expande en un gigante rojo, la Vía Láctea y las galaxias de Andrómeda chocan, el universo muere debido a una perturbación de entropía creciente, o de otra manera. ¿Es importante nuestra extinción o es accidental?
Hay muchas preguntas de este tipo.
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