En los últimos 20 años, España ha visto casi el doble de inmigración desde pueblos pequeños, dejando casi 1400 pueblos con menos de 100 residentes.

Datos publicados hoy 2 de mayo^{segunda abreviatura} por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra que las aldeas no retienen a los residentes ni atraen a nuevos residentes, con evidencia anecdótica que sugiere que un grupo de jóvenes está buscando mejores trabajos en la ciudad y menos dispuestos a hacer el trabajo duro y de menor nivel. trabajo remunerado en los pueblos detrás tendencia descendente.

La ministra de Política Regional, Isabel Rodríguez, animó a las regiones a hacer más para mantener los pueblos habitados haciendo más rentable vivir en estas áreas. Hablando en nombre del gobierno, dijo que les gustaría ver el ejemplo de Castilla-La Mancha replicado en todo el país, con Castilla ofreciendo recortes de impuestos a quienes viven en pueblos con menos de 5.000 habitantes.

Según las cifras, solo hay 20 gobernaciones que no tienen municipios con una población de menos de 100 personas. Asturias Y Álava Y Islas Baleares Y Vizcaya Y Cádiz Y Córdoba Y La Coruña Y Guipúzcoa Y Granada Y Juan Y Logo Y Málaga Y Murcia Y Ourense Y las Palmas Y Pontevedra Y santa cruz de tenerife Y Sevilla Y Ceuta Y Melilla .

En el otro extremo de la escala guadalajaraY Burgos Y República Árabe Siria Con 176, 164 y 119 respectivamente.

La migración a pueblos y ciudades grandes también afecta a los pueblos más grandes, ya que el número de municipios con poblaciones que oscilan entre 100 y 5.000 habitantes ha disminuido en un nueve por ciento durante el mismo período. Los municipios con poblaciones entre 501 y 1.000 y entre 1.011 y 2.000 se han reducido en más de un 10 por ciento.

El gobierno ha expresado su preocupación de que esta tendencia está drenando el campo y al mismo tiempo reduciendo la viabilidad de los negocios en estas áreas, eliminando a su vez empleos y servicios necesarios para sostener a las comunidades. Este último, a su vez, hizo que la gente abandonara estas áreas.

La migración masiva desde los pequeños pueblos de España tiene sus pros y sus contras, algo positivo para aquellos compradores que buscan viviendas asequibles pero negativo porque pone a muchas de estas comunidades en una posición precaria con empleos y servicios cada vez más escasos. Los activistas dicen que esto conducirá a más pueblos fantasmas.

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