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Vesper: Entrevista a los directores. Grabar en mitad de la naturaleza es una auténtica hazaña

Publicado por Carlos Gallego Guzmán en Cinemascomics.com | Cine, cómics y series - Noticias de cine, series y cómics. Marvel, DC Comics, Star Wars, Netflix. Estrenos, tráilers...

La película de ciencia ficción Vesper ya está en cines, y desde cinemascomics os traemos una entrevista a sus directores

VESPER, es una película de ciencia ficción postapocalíptica dirigida por Kristina Buozyte y Bruno Samper (dúo responsable también de la reconocida Aurora, de 2012), producida conjuntamente entre Lituania, Francia y Bélgica. VESPER participó en la sección oficial del último Festival de Sitges, ganó en el Fancine de Málaga y ha sido premiada en festivales internacionales como el Brussels International Fantastic Film Festival o el Bucheon Fantastic International Film Festival.

La película está protagonizada por Raffiella Chapman, Richard Brake, Rosy McEwen, Eddie Marsan y Edmund Dehn entre otros.

Sinopsis

Ambientada después del colapso del ecosistema de la Tierra, la película sigue a Vesper (Raffiella Chapman), una niña de 13 años que usa sus habilidades de supervivencia para subsistir en los restos de un extraño y peligroso mundo con su padre con discapacidad física, Darius (Richard Brake). Cuando Vesper se encuentra a Camellia (Rosy McEwen), una misteriosa mujer que está sola y desorientada después de un accidente aéreo, acepta ayudarle a encontrar a su compañero desaparecido a cambio de un viaje seguro a la Ciudadela: donde los oligarcas viven cómodamente gracias a la biotecnología de última generación. Vesper pronto descubre que su vecino, Jonas (Eddie Marsan), está buscando a Camellia, que esconde un secreto que podría cambiar sus vidas para siempre. Forzada a vivir esta peligrosa aventura, Vesper debe confiar en su ingenio y habilidades de biopiratería para desbloquear la clave de un futuro alternativo.

Los directores nos hablan en la entrevista de porqué decidieron rodar la película en inglés, el reparto, y hacia donde vamos en el futuro.

¿Grabar en inglés fue una elección natural desde el principio?

Kristina Buozyte: Desde el principio quisimos hacer una película en inglés. Queríamos que Vesper fuera un cuento de hadas con toques de Perrault y de los hermanos Grimm. Por eso, teníamos que integrar esa especie de oscuridad que vemos en Caperucita Roja o algunos elementos de gore, con la diferencia de que la trama de este cuento de hadas con el que soñábamos tenía que suceder en el futuro. Esta película busca cierta universalidad y, al comunicarnos con Bruno en inglés todo el tiempo, pensamos que era la elección más natural.

¿Cómo os imaginabais a vuestros dos personajes femeninos, a Vesper y a Camellia?

Kristina Buozyte: Desde un punto de vista teatral, queríamos tener dos personajes diferentes. Vesper es muy terca, tiene un temperamento muy fuerte. Camellia es más dócil. Lo que tienen en común es que ambas se buscan a sí mismas y se ayudan mutuamente en esa búsqueda. La película trata el tema de la emancipación femenina a través de estos dos personajes. Uno de los mensajes centrales de Vesper es que solo se puede lograr a través del apoyo mutuo y la colaboración.

A pesar de su experiencia, Raffiella Chapman y Rosy McEwen conforman un dúo muy convincente. ¿Podríais contarnos algo sobre el casting?

Kristina Buozyte: En cuanto Bruno vio a Raffiella Chapman en el casting, vio a Vesper. Ella es increíble y a los directores siempre nos gusta tener caras nuevas. En cuanto a Rosy McEwen, la actriz que interpreta a Camellia, tiene un talento extraordinario. Es uno de esos instrumentos que pueden tocar todas las notas. Ambas tienen una gran carrera por delante.

Bruno Samper: Toda la gente del equipo estaba muy motivada. Vesper es el primer papel protagonista de Raffiella. Se involucró de lleno en el proyecto. El rodaje era muy exigente y, sin embargo, ella siempre daba más de lo que podía. Lo mismo ocurrió con Rosy y con Richard Brake, que interpreta al padre de Vesper. Esta vez le ofrecimos un papel diferente, ya que siempre le toca hacer de malo.

Kristina Buozyte: Sobre todo porque interpreta a un hombre con discapacidad física que solo transmite emociones con los ojos. Es un papel muy técnico que requiere una gran concentración. Tras el rodaje, nos confesó que no se había imaginado que fuera un papel tan intenso y complicado. Fue un reto personal para él.

Bruno Samper: Por último, Eddie Marsan, que no tiene nada que demostrar a estas alturas, pero se divirtió mucho haciendo de malo. Él sabe, al igual que nosotros, que una película es buena si el papel del antagonista es excelente.

La película contiene un fuerte comentario social y ecológico…

Bruno Samper: En Vesper queríamos desarrollar la idea de la privatización de los organismos vivos. Hace unos años, una empresa estadounidense patentó una semilla genéticamente modificada a la que llamaron terminator. Esta semilla que solo producía una cosecha y se volvía estéril después. Básicamente, un sistema de subscripción de plantas vivas. Es una idea aterradora y fascinante al mismo tiempo. Por ejemplo, si observamos los estudios de los comportamientos de las ratas de Henri Laborit, nos damos cuenta de que la lógica capitalista no es exclusiva de los humanos. Es una estrategia que cualquier ser vivo puede adoptar para sobrevivir y prosperar. Pero, a menudo, es un callejón sin salida. Nos damos cuenta de que las estrategias de colaboración, de ayuda mutua o simbiosis son mucho más perennes y resistentes a largo plazo. Hemos imaginado un futuro como una nueva Edad Media, y Vesper es la historia de la semilla del Renacimiento. Es una película que nos da la esperanza de que siempre encontraremos belleza a nuestro alrededor y eso es lo que siempre nos dará una razón para vivir, incluso en un futuro que parece ser apocalíptico. Puede sonar un poco ingenuo, pero es un mensaje simple en el que creemos firmemente y que queríamos colocar en el corazón de la historia.

Kristina Buozyte: Más allá del marco de la ciencia ficción, Vesper también es una historia iniciática con un mensaje para nuestra sociedad, que se va volcando cada vez más hacia el escapismo. Al encontrarse con problemas -económicos, sociales o políticos-, más y más gente prefiere huir en lugar de enfrentarse a ellos y solucionarlos. Nuestra protagonista, Vesper, no es una excepción. Es una adolescente con talento que no acepta el papel de víctima, y utiliza sus habilidades y energía para escapar de su triste realidad, buscando el sueño de una tierra prometida. Pero cuando Vesper se da cuenta de que esta no existe, deberá utilizar su
potencial para crearla allá donde ella esté.

Vesper se desarrolla en un universo que solemos encontrar en cómics o literatura de ciencia ficción. Sin embargo, se basa en una idea original. ¿Cómo surgió?

Bruno Samper: Nos pasamos varios años perfeccionando nuestra visión de la genética como la evolución lógica de la tecnología, con la idea de que, cuanto más avance y evolucione la tecnología, más se integrará en nuestras vidas y se volverá totalmente orgánica. En la actualidad, ya hay científicos almacenando información digital en el ADN. La próxima revolución será la biología sintética, la cual ya hemos acelerado durante la pandemia. También nos hemos centrado mucho en el biodiseño. Durante los últimos 20 años, la informática ha hecho que sea posible crear una estética inspirada en la complejidad de las formas vivas
gracias a las imágenes generadas por ordenador. Hay toda un área del arte y el diseño que se ha desarrollado en esta línea entre estilistas, diseñadores y expertos en el campo del diseño interactivo. Son nociones que se han desarrollado mucho en forma de vanguardia estética, pero que aún no se han integrado en el cine. Encontramos pequeñas pinceladas en algunas películas famosas porque trabajan con los mejores artistas. Para la nuestra, al ser una película independiente, teníamos total libertad y podíamos desarrollar esta estética y este universo sin restricciones.

¿En qué os inspirasteis a la hora de desarrollar este universo?

Bruno Samper: En fotos de plantas, insectos, medusas y organismos acuáticos. Soy muy fan de Jean-Marie Pelt, director de un programa de la televisión francesa que se llamaba La aventura de las plantas, y también lo soy de René Laloux y Roland Topor, creadores de La Planète Sauvage (Planeta fantástico). También hay referencias a Jim Henson, a Miyazaki, a diseñadores como Neri Oxman, a algunos arquitectos y, en particular, a la arquitectura prospectiva. La inspiración llegó por varias vías. Queríamos crear un mundo modificado por la ingeniería genética y que tuviera un bosque poblado por organismos parásitos modificados genéticamente.

Al tener ambiciones estéticas tan altas, ¿Cómo os las habéis arreglado para cuadrarlas dentro del presupuesto de una película independiente?

Kristina Buozyte: Inmediatamente pensamos en qué recursos lituanos utilizaríamos, ya que queríamos rodar allí, en Lituania, un país precioso por su naturaleza, sus bosques, sus ríos, sus paisajes. Escribimos Vesper con la idea en mente de cómo usar el presupuesto y cómo usar la puesta en escena para optimizarlo. Nos pasamos mucho tiempo explorando el terreno para elegir los escenarios más adecuados. También tuvimos que encontrar los mejores medios técnicos posibles para traducir nuestra visión a los otros artistas involucrados en la película, para que fueran eficientes. Después de Aurora, esta es la segunda película de ciencia ficción que hacemos que requiere efectos visuales, por lo que ya teníamos algo de experiencia. No teníamos el presupuesto de una película de Hollywood con efectos visuales en todos lados. Teníamos que ser inteligentes y hacer más con menos.

Bruno Samper: También nos tomamos mucho tiempo para pensar en el universo, en los detalles más insignificantes (la cultura, la sociología, la economía…). Tuvimos que encontrar el equilibrio entre la atención al detalle y dejar suficientes elementos a la imaginación para dar la sensación de un mundo mucho más grande que envolviera al público.

¿Habéis rodado principalmente en escenarios naturales?

Kristina Buozyte: El interior de la casa de Vesper se grabó en el estudio y todo lo demás en mitad de la naturaleza. Buscamos lugares que fueran singulares. Grabar en mitad de la naturaleza es una auténtica hazaña, aunque buscar sitios donde grabar en mitad de un bosque tampoco es que sea muy sencillo. Da la impresión de que siempre estás en el mismo lugar porque las hileras de árboles son todas iguales. Era difícil encontrar lugares singulares en este caso.

Bruno Samper: Sobre todo porque fue un invierno con mucha nieve. Había dos metros de nieve. Resultaba imposible explorar el lugar para encontrar la ubicación adecuada. Dos semanas antes del rodaje seguía nevando mucho y todavía no habíamos encontrado ningún escenario para rodar. Tuvimos que ir eligiendo los puntos que nos gustaban conforme íbamos grabando.

Kristina Buozyte: Tuvimos que explorar toda Lituania. Exploramos los bosques y las reservas en busca de los escenarios adecuados para poder organizar el rodaje según cada caso. Tuvimos que imaginarnos cómo serían algunos de estos escenarios cuando la nieve se derritiera. El rodaje también fue un auténtico desafío, sobre todo para los actores, porque no es que fuera una primavera muy cálida. Sin embargo, al final resultó ser algo genial, porque los actores responden mejor al entorno en medio de la naturaleza. Los directores intentamos que, en la medida de lo posible, los actores se sumerjan en algo real. Incluso en el estudio tratamos de lograr un alto nivel de realismo, con todos los detalles posibles. No solo es importante para el aspecto de la película, sino para que los actores se metan más a fondo en la piel de sus personajes. La inmersión de los propios actores es la principal herramienta para conseguir la inmersión del público, que es nuestro principal deseo.

Rodar en un lugar con unas condiciones climáticas tan cambiantes debe de haber sido bastante complejo para vuestro director de fotografía, Feliksas Abrukauskas. ¿Cómo fue vuestra colaboración con él?

Kristina Buozyte: Feliksas es uno de los mejores directores de fotografía de Lituania. Tiene mucha experiencia y es un perfeccionista. Acepta cualquier reto. En este caso, hay que estar preparado; hay que anticiparse a los problemas que puedan aparecer durante el rodaje en exteriores. Y nosotros estábamos preparados.

Bruno Samper: Hablamos mucho de pintura flamenca con Feliksas. Empezamos hablando de Rembrandt sin saber que él era un gran admirador suyo. Tiene un montón de libros sobre él en su casa y cada mañana se lee una página. Esa era la luz y el ambiente que queríamos lograr.

También hablamos de Johannes Vermeer. Queríamos evitar la imagen fría que a veces nos encontramos con las imágenes digitales y que fueran fotografías lo más orgánicas posibles, que tuvieran algo de vida. Trabajamos en las imágenes digitales para darle calidez al material fílmico.

Kristina Buozyte: Usamos ópticas anamórficas para jugar con las proporciones de escala y pasar esa visión panteísta de la naturaleza a la pantalla. El reto era jugar constantemente con la escala del paisaje y la intimidad de los personajes. También fue muy importante el movimiento para acompañar a nuestra joven heroína siempre en acción. Buscamos una puesta en escena lo más fluida posible de forma constante. La musicalidad es fundamental para nosotros. Consideramos la dirección como una coreografía. Usamos mucho la cámara estable y también hicimos un guion gráfico de toda la película para que pudiéramos estar
preparados. Esto es importante cuando se trabaja con un presupuesto ajustado y se usan efectos visuales.

¿Qué efectos especiales podemos ver en la película?

Bruno Samper: No hay muchos, aunque nos encantan las imágenes generadas por ordenador. Yo vengo de la narración interactiva, del diseño y la realidad virtual. Kristina y yo los usamos mucho, pero en esta película queríamos utilizarlos lo menos posible. En primer lugar, por el presupuesto, claro, pero también porque no queríamos utilizar croma en ningún momento.

Queríamos utilizar efectos prácticos siempre que fuera posible y utilizar los efectos visuales cuando fuera estrictamente necesario. Por ejemplo, cuando son plantas o criaturas muy complejas, cuando queremos extender el escenario, la torre del final… Al final tuvimos que utilizarlos en gran parte de la película. Por último, los utilizamos con el dron de Darius. Ahí utilizamos varias técnicas. Teníamos un dron real para poder grabarlo de verdad, pero hacía mucho ruido, como un cortacésped, y los actores no podían trabajar bien. Para las escenas con diálogo, sobre todo cuando Vesper hablaba con él, utilizamos efectos especiales.

Entrevista del 9 de junio de 2022 de Emmanuelle SPADACENTA, jefe de redacción de la revista CinemaTeaser.

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