Redneck, la serie de vampiros de Donny Cates llega a España en tres tomos de la mano de ECC. Una historia llena de acción y de drama familiar.

¿Puede una familia mantenerse unida cuando las nuevas generaciones quieren la libertad de tener sus errores? ¿Puede el legado ser tan pesado que nunca nos abandona? ¿Es el amor inmortal? ¿Tu sangre define lo que eres? ¿Puedes heredar el odio? Todo esto y mucho más lo plantean Donny Cates y Lisandro Estherren en su serie, y además, vampiros, tiroteos, galopadas al amanecer y peleas al estilo del Álamo. Redneck es una historia de sangre, la que heredamos, y la que derramamos.

El sur de Estados Unidos es casi un mundo aparte cuanto más te alejas de las grandes ciudades. Los núcleos de población se reducen, y aumentan las zonas salvajes, las familias llevan generaciones en la tierra, y las rencillas no se olvidan y pasan de padres a hijos. Entre los Bowman y los Landry esta enemistad se encuentra en un “stand by”, lo que empezó hace décadas sigue recordándose, sobre todo porque los Bowman estaban vivos cuando todo empezó. Son vampiros, y lo único que quieren es vivir en paz criando sus vacas y llevando su negocio de restauración. Pero la juventud de algunos de sus miembros llevará a la enemistad centenaria a una situación extrema.

Donny Cates construye una historia muy larga, donde no podemos decir que haya buenos y malos, o bandos correctos y equivocados, en realidad habla de familias y sus problemas, de la arrogancia de la juventud y la condescendencia de los mayores, del riesgo, del amor y del deber. El añadido vampírico añade más drama si cabe a todo, y una buena cantidad de giros y opciones más allá de la rivalidad familiar, y Cates los aprovecha. Cada número tiene de todo, acción, emociones, y descubrimientos sorprendentes. El escritor está muy cómodo, y sin el corsé de utilizar personajes ajenos que no puede cambiar mucho, deja un trabajo más potente y original.

En el dibujo encontramos a Lisandro Estherren y Dee Cuniffe. El dibujante es de trazo más grueso, con trazos sueltos y muchos negro, de pincel y detalles a mano alzada. Puede no ser del gusto de los que aprecian las anatomías y ambientes realistas, pero ese mundo sucio y de pueblecitos sureños le queda como un guante. Y Cuniffe se esfuerza por no complicar el color, busca mucho los colores primarios para acentuar las situaciones y añadir fuerza sensitiva, y deja un trabajo notable.

Redneck Volumen 1 es el primero de 3 tomos, 12 de los 36 números que consta la serie, y en estos dos arcos argumentales, hay de sobra para enganchar al lector. Otros autores habrían sacado 12 números más de los que Cates y Estherren han tardado en desarrollar este inicio de la serie, lo que deja constancia de que lo importante es que si lo cuentas bien, no necesitas mucho tiempo.

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