El universo ha elegido a Harley Quinn para salvarlo, y deberá pasar antes unas pruebas. Pero nuestra chica no suele seguir las reglas.

Cuando las fuerzas ocultas de la existencia eligen a avatares de su poder escogen a los más dignos, poderosos, valerosos, brillantes y ejemplos a seguir por el resto de los seres viviente. Así que, ¿por qué narices han elegido lo señores del Caos y del Orden a Harley Quinn para llegar a ser uno de ellos?

Harley no está en el mejor momento de su vida, su madre está hospitalizada y ella empieza a no saber muy bien donde encaja. Y para mejorar aún más el panorama, ha sido elegida para ser un avatar de los Señores del Orden y del Caos para salvaguardar el universo. Si, nuestra Harley, si pasa las pruebas, tendrá un poder inimaginable, será capaz de cambiar la realidad. Pero antes debe pasar las pruebas.

En este tomo, no solo tendrá que pasar las pruebas, tendrá que huir de una acusación de asesinato, hacer pareja con Batman, muy a su pesar, animar a su madre, conseguir que su amiga supere su complejo de fealdad, acabar con una invasión de seres sombra, e intentar que su vida no se desmorone definitivamente. Pero nuestra chica siempre tiene dos cosas a su favor, su martillo, y sus inabarcables ganas de vivir a tope la vida. Y eso, en Harley Quinn, es suficiente para acabar hasta con los dioses (que lo ha hecho).

Continúa la época de Sam Humphries al mando de las historias de la arlequina favorita de todos. Cuando decidió cambiar el mundo de Harley, dejó claro que no iba a dejar ser una serie divertida, con locuras en cada página, y que la Harley desatada que arrancaba en los Nuevos 52, continuaría. Pero también ha dejado claro que una historia divertida no tiene por qué carecer de objetivos más profundos que solo la diversión. La familia, los amigos, la fama, la veleidosidad de la sociedad de las redes sociales, la responsabilidad, y el querer construir una vida en un mundo tan loco como es el de los superhéroes, han tenido su momento, valores que todos los lectores reconocen, y que si bien podíamos intuir en anteriores etapas, aquí se convierten mucho más, y crean historias que pasan de la locura y la diversión a momentos emotivos que nuestra chica suele evitar, pero que cuando los enfrenta lo hace a su manera, con mucho corazón.

Si Humphries ha llenado la serie de contenido nuevo, John Timms ha mantenido el carácter alegre y colorido del dibujo, y además añadido un punto de espectacularidad al cartoon que  lo caracteriza. De forma que conjuga esa diversión tan clásica en Harley con momentos más introspectivos que funcionan por la capacidad de mantener el movimiento en las viñetas Harley es nervio, y está pocas veces quieta, incluso cuando no se mueve chorrea energía, y eso, Timms logra plasmarlo.

Harley Quinn no será la serie del año, dado su carácter de entretenimiento puro y duro se la tendrá poco en cuenta, pero siempre cumple con dos cosas, no aburre, y siempre te hará sonreír. Y eso no es tan fácil, ni en un cómic de entretenimiento ni en uno con un tono más serio.

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