Pensaba hoy, escribiendo esto, que hace mucho tiempo ya que leí Los Borgia, la novela Mario Puzo, y que debería releerlo. Tengo un buen recuerdo de ella y aquí pueden saber por qué Mario Puzo escribió sobre mafia y dejó la historia de los Borgia para el final de su vida. Casi todo Puzo merece una relectura cada cierto tiempo.. Lo pensaba porque los Borgia, empezando por el propio papa (y papá), son ya casi un estereotipo y cualquier cosa que se diga de ellos parece poco. El banquete de las castañas, la mítica orgía de los Borgia de la que vamos a hablar hoy, es un caso más donde surge la duda sobre si todo lo que se cuenta es cierto.

El banquete de las castañas, la mítica orgía de los Borgia, fue relatada con detalle por el maestro de ceremonias vaticano, Johannes Burchard

Johannes Burchard fue un eclesiástico del siglo XV nacido en Haslach, en Alsacia, aunque su carrera estuvo ligada al Vaticano. Fue maestro de ceremonias de Sixto IV, Inocencio VIII, Alejandro VI, Pio III y Julio II. Y ser maestro de ceremonias en aquel tiempo no era cualquier cosa, ya que disponían de un buen sueldo, influencia, poder y, además, eran testigos directos de la vida en uno de los vértices del mundo, el papado.

La vida de Burchard fue muy interesante, pero destaca su compromiso con dejar escrito e ir detallando todo lo que veía cada día. En definitiva, escribía un diario, como otros muchos. Pero obviamente por su posición tan cercana al papa, ese diario era y es algo muy valioso. Es la visión de un solo hombre sobre unos hechos, y por lo tanto habrá ciertos intereses en sus notas y algo de subjetividad, es indudable, pero aun así es una sonda valiosa a la historia de hace unos siglos. A través de sus registros se pueden obtener perspectivas detalladas sobre las intrigas políticas, los asuntos eclesiásticos y los eventos sociales de ese siglo XV.

El libro en el que dejó ese registro se conoce como el Liber notarum. En realidad, él quería documentar su trabajo para que le sirviera como referencia y consulta, y supongo que también como diario personal.

El banquete de las castañas fue organizado por César Borgia y él participaron 50 mujeres

Y entre las actividades diarias que iba viendo y recogiendo está detallado el que se conoce como banquete de las castañas, que en realidad más parece una fiesta sacada de la película Eyes Wide Shut. Es decir, casi una orgía en toda regla.

No obstante, aclaremos antes de continuar que la de Burchard es la única referencia histórica a esta fiesta tan carnal que se celebró en el Vaticano. Y que no falta quien dice que puede haber cierta leyenda negra en torno a todo esto. Además, parece claro que la relación entre Burchard y el papa Borgia no era la ideal. Por último, hay asimismo cierta controversia sobre si en el banquete de las castañas estuvieron presentes el propio Papa y su hija Lucrecia, o fue sólo cosa de su hijo César Borgia. Por cierto, les dejo aquí un artículo sobre la agitada vida de los restos de César Borgia en Viana, Navarra, que escribí hace un año.

Ese banquete del que habla Burchard fue en tiempos del famoso papa Borgia, Alejandro VI. En concreto el 30 de octubre de 1501. El baile, perdonen por el eufemismo, fue organizado por César Borgia y contó con la participación de 50 cortesanas o meretrices. Primero cenaron como Dios manda, nunca mejor dicho, y luego se dieron a la fiesta. Bailaron todos y todas, y parece ser que poco a poco las ropas fueron desapareciendo de los cuerpos. Misterios de la noche y el vino.

El punto culminante de la fiesta, y es lo que da nombre al baile de las castañas, fue un juego erótico que vino entre los bailes y, supongo, la bebida. Bajaron al suelo los candelabros que había encima de las mesas y lanzaron por el suelo castañas. Las damas, que no olviden que ya estaban desnudas, tenían que agacharse y gatear en busca de las castañas. Durante esa búsqueda, cualquiera de los presentes que conociera carnalmente a alguna de las mujeres se llevaría un premio. Este podía ser unos zapatos, túnicas de seda y cosas similares.

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