Vamos a analizar en nuestro blog una de las dudas más consultadas por nuestros clientes: la relación entre las Alfombras y alergias que cualquier persona puede tener. ¿Qué relación tienen? ¿Es verdad todo lo que se dice?

En este caso sólo hablaremos de la alergia al polvo, es decir, a los ácaros del polvo y a sus heces. No nos referiremos a otros tipos de alergia a tejidos o materiales como el látex, los sintéticos, … etc.

Obviamente, si alguien es alérgico a un determinado material o composición, será mejor no disponer de alfombras con estas composiciones.

En Mundoalfombra recibimos consultas de muchos clientes que no tienen claro qué alfombra es la mejor cuando se tiene algún tipo de alergia. Por un lado, no quieren dejar pasar la oportunidad de poder decorar con una alfombra el salón o una habitación, pero tampoco quieren que nadie de la familia sufra las consecuencias de la alergia. Es por esto que nos gustaría explicar qué sucede y cómo se podría instalar una alfombra en casa si existe algún caso de alergia al polvo.

Las alfombras son filtros para el polvo

Las alfombras, sobre todo las de pelo, actúan como filtros del aire. Aunque parezca complicado de entender, esto ocurre así.

La mayoría de alfombras, por sus propiedades, consiguen atrapar el polvo del ambiente y lo retienen entre sus fibras. Los ácaros que viven en el polvo no se alimentan de las fibras de la alfombra, sino de grasas o restos orgánicos (por eso donde más se acumulan es en las sábanas, cojines o similares).

Desde hace tiempo, a los hilos con los que se tejen las alfombras, se le aplican tratamientos antipolillas, antiácaros, etc. Esto quiere decir, que cuando un ácaro se posa en la alfombra, a menos que le llegue “alimento” desde el exterior, no logra sobrevivir y muere.

Para evitar al máximo los síntomas de la alergia, lo ideal es limpiar la alfombra con más frecuencia de lo normal (cada 2-3 días), ya qué así se elimina de nuestra alfombra tanto el polvo atrapado en la superficie como los posibles ácaros que puedan haberse transportado y posado sobre ella. Así que la mejor solución contra la alergia producida por los ácaros del polvo es una correcta limpieza de nuestras alfombras.

Otros modelos de alfombras antialérgicas

También es cierto que si debido a diversas circunstancias, no podemos realizar una limpieza a fondo cada cierto tiempo, existen modelos de alfombra sin felpa o sin pelo que atrapan mucho menos polvo, como por ejemplo las de fibras vegetales o imitación de fibras vegetales. Si no se limpia bien la alfombra en este caso, la reacción por la alergia será muchísimo menor, al no atrapar tanto polvo.

Estos modelos de alfombras sin pelo o felpa suelen ser alfombras finas o alfombras de tejido plano y existen de casi todo tipo: en tamaños estándar, personalizables a medida, rematadas con cenefas de colores o con cualquier tipo de acabado. Por ello podríamos decir que no tenemos excusa para poder decorar nuestras casas y poder disfrutar de un merecido tiempo de confort y descanso en nuestro hogar.

Por último, os dejamos el enlace de la página web de la asociación internacional de “Lanas de Nueva Zelanda” donde explica también los beneficios saludables de este tipo de fibra. Está en inglés, pero también puede traducirse a castellano por el traductor automático de Google:

http://www.woolsnz.com/content/en-GB/benefits/natural-health/allergy-friendly.aspx

¿Todavía estáis convencidos de que la alfombra tiene la culpa de la alergia, o de la alegría ;-)?

Mundoalfombra.com

La entrada Alfombras Antialérgicas. ¿Qué alfombra es mejor para las alergias? apareció primero en Blog de Mundoalfombra.