Don Isaac Humala nunca perdonó a su hijo Ollanta la decisión de derechizar el timón del nacionalismo. La célebre “hoja de ruta” apadrinada por Mario Vargas Llosa fue calificada como la gran traición que convirtió al gobierno de Humala en una versión descafeinada de la izquierda. Era increíble ver, por ejemplo, como un alfil del novelista, Pedro Cateriano, fue un premier con notable influencia.