Somos un país con Instituciones estatales frágiles que se mueven al vaivén de apetitos, intereses y estrategias. Por ejemplo, el Poder Judicial, las municipalidades, los ministerios, los órganos de control y ahora el trío de organismos electorales (JNE, ONPE y RENIEC) son fácilmente vulnerados y agrietados. Son tan débiles nuestras instituciones que no tienen políticas de largo plazo, los