John Green fue un periodista y editor que tuvo acceso a gran cantidad de noticias de la Columbia Británica (como el caso de Albert Ostman), y la primera vez que se le preguntó por el Pie Grande (Bigfoot) o Sasquatch fue en 1956, cuando el suizo René Dahinden entró en la oficina de Green para preguntar por criaturas erguidas de dos patas, como los así llamados Abominables Hombres de las Nieves, de los que se escuchaba hablar en la zona. Green le dijo a Dahinden que los relatos no tenían sentido.
A pesar de lo que primeramente pensaba, Green siguió oyendo hablar de las leyendas y de los avistamientos de boca de personas a las que respetaba. Así pues, John Green empezó a investigar en serio los informes sobre el Sasquatch en 1957, entrevistando a los testigos y realizando investigaciones sobre el terreno. A finales de la década de 1950, él fue el primero en realizar una entrevista en profundidad a Albert Ostman, en relación con su incidente de abducción por parte del Sasquatch, en el año 1924.
John Green también extendió la historia moderna del Sasquatch hasta el encuentro de 1941 en Ruby Creek, etiquetado así porque ocurrió a media milla al este de ese pequeño asentamiento en la Columbia Británica. Aunque sólo la familia Chapman estuvo involucrada en este avistamiento, otras personas de la zona de Ruby Creek también aseguraron haber visto las huellas. En el año 1958, trabajadores de la construcción encontraron cientos de huellas grandes en una carretera de explotación forestal cerca de Bluff Creek, California, y lo comunicaron a las autoridades. Jerry Crew, operario de una excavadora, llevó un molde de yeso de una huella a un periódico local como "prueba", y así nació el apodo de "Pie Grande". John Green y su esposa June se dirigieron inmediatamente al sur para investigar, pero les dijeron que era demasiado tarde, ya que las huellas habían sido borradas. Green se mostró escéptico y le dijo a su mujer que quizá habían conducido tres días para que les jugaran una broma. De todos modos, preguntó al equipo de construcción de la carretera si podían echar un vistazo.
Albert Ostman alegó haber sido cargado por un Sasquatch o Bigfoot
Corría el año 1924, en Toba Inlet, en la costa de la Columbia Británica frente a la isla de Vancouver. Durante tres mañanas seguidas, Albert Ostman, un leñador que estaba disfrutando de las acampadas de vacaciones, se había despertado para descubrir que su campamento había sido perturbado por un visitante nocturno del bosque. Al caer la noche de su cuarto día de acampada, se metió en su saco de dormir completamente vestido, con la intención de fingir que dormía y sorprender infraganti al animal que había venido a revisar en su mochila y llevarse su comida. Pero al cabo de unas horas, el sueño le venció.
Albert se despertó porque sintió que "algo" lo levantó, según relató. Sintió como si lo llevaran a caballo, pero pudo sentir que lo que le había levantado, con todo y saco de dormir y mochila, caminaba erguido (sintió que lo llevaban en hombros). Después del largo e incómodo viaje, lo arrojaron bruscamente al suelo, y salió del saco de dormir para encontrarse con cuatro inmensas y peludas criaturas de aspecto simiesco, que le hizo pensar que eran familia. Dos de las criaturas eran obviamente del sexo masculino, el padre y el hijo, y las otras dos eran obviamente del sexo femenino, la madre y la hija.
Para mayor sorpresa de las primeras personas que escucharon su testimonio (y de nosotros), Albert Ostman aseguró que permaneció cautivo de las criaturas por casi una semana, en el pequeño valle que llamaban su hogar, aparentemente sirviendo como fuente de diversión para ellos, alimentándose de la comida de su mochila y esperando una oportunidad para escapar. Según el relato, Albert encontró su oportunidad para escapar una mañana, cuando el padre de la familia de Sasquatchs encontró su tabaquera y tragó su contenido, enfermando violentamente. En los momentos de pánico y confusión que siguieron, Albert se adentró en el bosque.
Cuando por fin llegó a la civilización, Albert Ostman se guardó la Historia de su extraño encuentro, por miedo a que nadie le creyera. Pero, en el año 1957, para dicha suya, algunas personas habían informado de avistamientos de criaturas similares en el noroeste del Pacífico, así que Albert comenzó a contar su historia a amigos y familiares, llegando pronto su extraordinario testimonio a la prensa popular.
John Green dijo sobre la historia de Albert Ostman: "¿Cómo podríamos haber tomado en serio su historia de que fue llevado en su saco de dormir por un gran sasquatch macho, que lo mantuvieron acorralado en un cañón con una familia que incluía una anciana, un macho joven y una hembra más joven, y que escapó haciendo que el macho viejo se tragara una caja de tabaco? Albert era un tipo muy creíble, que manejaba el duro interrogatorio con alegre compostura, juraba su historia sin vacilar y la mantuvo hasta la muerte, pero no le creería si lo contara hoy. Hoy, sin embargo, tendría fuentes fáciles para sus descripciones de esos cuatro individuos y lo que hicieron. Cuando su historia salió a la luz, en el año 1957, ocurría lo contrario. No se pensaba comúnmente en los Sasquatch como criaturas completamente cubiertas de pelo que llevaban una vida muy parecida a la de un oso, sino que su imagen pública era la de una tribu de indios gigantes, con pelo sólo en la cabeza, que vivían en aldeas, celebraban reuniones anuales en una montaña especial y utilizaban fuego como señales. Sus descripciones, tan contrarias a la imagen mediática de su época, se han mantenido maravillosamente bien a lo largo de los años. Además, Daris Swindler y el veterinario del centro de primates de Seattle le interrogaron durante horas y me dijeron que los detalles físicos y las acciones que decía haber presenciado eran todos verdaderos. ¿Observó realmente a esas criaturas, en cualquier circunstancia? Sólo existe su historia, sin pruebas de apoyo, y eso es desafortunado, porque hay elementos en su historia que serían muy significativos, pero no son confirmados por informes posteriores. Que yo sepa, nadie más ha afirmado que las hembras salgan a recoger comida para llevarla a un lugar de residencia, o que los sasquatch duerman en mantas tejidas de corteza y musgo, y aunque existe la suposición generalizada de que viven en grupos familiares, el grueso de las pruebas sugiere, al menos para mí, que no es así".
Los avistamientos de sasquatchs o pie grandes no son para nada un asunto reservado a estas últimas décadas. Si bien el caso de Albert Ostman y su secuestro por un sasquatch es quizás el caso más impresionante jamás conocido, en la historia de los Estados Unidos puedes encontrar referencias a avistamientos de sasquatchs o pie grandes impresas en los diarios o periódicos desde hace dos siglos.
